La Semana Santa llega a Fátima

María Antonia Castaño, vecina del barrio del Perú de toda la vida, no quiso perderse ayer, por nada del mundo, la primera procesión de Semana Santa que partía desde Fátima, su parroquia. «Me parece de maravilla. A mí, que ya voy siendo mayor, me viene bien porque así puedo tener una procesión más cerca», apuntaba mientras caminaba con algo de dificultad por la calle García Plata de Osma, vía situada entre la calle Argentina y Gil Cordero.

Desde este punto partió a las ocho de la tarde, con máxima puntualidad, el cortejo de la cofradía de Jesús Despojado, la más joven de la ciudad. Debutó el año pasado en la fiesta cacereña y este 2023 ha modificado todo su recorrido debido a su cambio de sede canónica. La hermandad se ha trasladado a Fátima, motivo por el que la Semana Santa ha llegado a esta zona moderna de la ciudad.

Pendiente de todo lo que sucedía, tras el objetivo de su cámara, estaba Pilar Pérez, sevillana afincada en Salamanca. «Soy una loca de la fotografía cofrade. Me encanta la Semana Santa de Cáceres. Es el segundo año que repito», admitía.

Con media hora de diferencia partió desde la parroquia de San Juan la cofradía de los Ramos con la imagen de Jesús del Perdón. No faltó el recuerdo de los hermanos de carga al que fuera mayordomo de la hermandad durante once años, José Manuel Martín Cisneros, fallecido el pasado mes de marzo. San Juan y sus inmediaciones se llenaron para seguir un desfile austero y sobrio, como el de la cofradía del Amparo. A las 23:00 horas estaba previsto que esta hermandad descendiera desde su ermita hasta la Ciudad Monumental.