La Sierrilla de Cáceres sufre un nuevo reventón de tubería y ya suma ocho este verano

Nuevo reventón en una tubería en La Sierrilla de Cáceres, que ya suma ocho desde el inicio del verano, según denuncian los vecinos que viven en esta urbanización.

Se ha producido en la calle Comarca del Valle del Jerte en torno a las nueve de la mañana de este domingo y ha afectado a unas 40 casas en las que se ha producido el corte de suministro. «Como sucede habitualmente ya llamamos directamente a la concesionaria del servicio del ciclo integral del agua en Cáceres, Canal de Isabel II», lamentan los vecinos.

Hay que recordar que el último reventón antes del de este 4 de agosto en una tubería en La Sierrilla se produjo también en la calle Comarca del Valle del Jerte. Fue en el mes de julio.

El Ayuntamiento ya es conocedor de estos continuos reventones que se producen por la presión del agua en unas tuberías que son de fibrocemento. «Estamos hartos», denuncian los vecinos, que se quejan de que ha habido incluso varios en la misma zona y en un mismo fin de semana.

En los últimos días, en otras partes de la ciudad también se han producido reventones de tuberías. El más llamativo fue en San Francisco el pasado 2 de agosto.

En pocos minutos dejó imágenes con la avenida e inmediaciones transformadas en una especie de arroyo improvisado por el que circulaba el agua en dirección hacia el puente, con un color entre anaranjado y marrón por la mezcla con la tierra.

La avería se produjo en la línea de transporte a la zona centro, en concreto cerca del hospital San Pedro de Alcántara, en la avenida de Pablo Naranjo, y obligó a cortar el tráfico.

La causa más probable, según la primera impresión de los técnicos del Canal de Isabel II, fue la antigüedad de la tubería de transporte de fundición gris de 400 mm. Está previsto sustituirla en los próximos meses, según indican desde Canal de Isabel II.

El año pasado otra rotura ya obligó a cortar la ronda durante varios días, pues San Francisco es una zona crítica para Canal. En 2018 estaba prevista una intervención para mejorar la red de abastecimiento, con unos trabajos que en principio afectarían a unas 300 viviendas y más de una veintena de locales comerciales. Sin embargo, la renuncia de la empresa adjudicataria en un proceso que finalmente se agravó y acabó judicializado obligó a aplazar los trabajos.

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