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Imagen del claustro porticado del edificio desde la primera planta durante la visita de las autoridades. J. REY

Termina la reforma de Casa Pereros, un palacio del siglo XV con tecnología punta

La Diputación ultima el pliego para adjudicar la gestión de la residencia, que abrirá este verano para cursos universitarios

Miércoles, 3 de febrero 2021, 07:30

Se podría decir que el renovado Colegio Mayor Francisco de Sande, desde enero Centro de Estudios Internacionales 'Presidenta Charo Cordero', es «probablemente el edificio más avanzado tecnológicamente de la ciudad». La afirmación es de uno de los responsables de la rehabilitación del histórico inmueble, propiedad de la Diputación, ejecutada por la UTE Sevilla Nevado-Espina.

La institución provincial firmó ayer el acta de recepción de finalización de las obras y su presidente, Carlos Carlos, en declaraciones a los medios previas a un recorrido por sus dependencias, confirmó que la idea es que entre en funcionamiento este verano con la celebración de cursos universitarios de idiomas, como ya se había hecho público.

Pero antes de que el centro esté operativo –«para junio o julio»– la Diputación tiene que resolver su gestión, que será privada. Los servicios jurídicos de la casa ultiman la redacción del pliego de condiciones administrativas del concurso de explotación. Se pretende que el documento con los requisitos que deberán cumplir las empresas se apruebe en el pleno de este mes.

La reforma ha costado cuatro millones de euros y devolverá al edificio la vida estudiantil que tuvo desde 1989 hasta 2014

La obra ha descubierto restos históricos, como un aljibe, y se podrá acceder al tramo de la muralla almohade que se conserva

Las concurrentes deberán acreditar garantías para la prestación del servicio, teniendo en cuenta, precisó Carlos, la «funcionalidad» del edificio. «Estamos hablando de una gestión puramente cultural pero también residencial, y hay que conjugar los dos campos de actuación», apuntó.

La obra se ha entregado sin mobiliario. El acondicionamiento y decoración de espacios irán en ese pliego de gestión. No se sacarán dos licitaciones. Lo que ha quedado completamente organizado es su entramado tecnológico, que cumple con creces las actuales exigencias de eficiencia energética de las edificaciones.

Se ha logrado gracias a una mejora en el aislamiento del edificio y a un sistema de climatización de última generación que, a modo de ejemplo, según detalló el arquitecto y redactor del proyecto, Agustín García Trujillo, técnico de Diputación, «en los seis meses centrales del año produce gratuitamente agua caliente porque aprovecha el calor que se desprende de los sistemas de climatización», explicó.

La calefacción es por suelo radiante, bajo un tipo porcelánico gris grafito. Es en la planta sótano del inmueble, donde además del gimnasio y la lavandería para el uso de los estudiantes, está la imponente sala de instalaciones, «de las primeras en Europa de esas características, según los expertos», subrayó García.

Junto a ella, la de comunicaciones y domótica. Desde aquí, se controlan, por ejemplo, el consumo eléctrico y la iluminación, y se detecta la presencia de personas en el interior de las habitaciones. Como detalle, la intensidad de las luminarias cambia en función de la luz que reciben las salas. Es el caso de las instaladas en la que será la biblioteca –con vistas privilegiadas al santuario de la Montaña–, donde los focos más próximos a los ventanales (con perfilería de madera maciza de castaño), tienen una iluminación más tenue. Otro avance es la potente wifi, con numerosos repetidores para conectarse a internet desde cualquier punto. «Es un edificio tecnológicamente muy avanzado sobre este cascarón histórico», corroboraba el arquitecto.

«La obra se ha integrado perfectamente en el marco de un edificio emblemático», destacaba igualmente el presidente de la institución, que dedicó unas palabras a la fallecida Rosario Cordero. «Representa lo que era su perfil personal, humano y político, de ahí que coja su nombre este centro», recordó Carlos.

En cuanto al grueso de los trabajos, no se ha tocado la estructura de este inmueble de tres alturas que data del siglo XV. Solamente ha sido sustituida una fachada de los años 80 que da a un patio, el «claustro moderno», como han denominado los redactores del proyecto a este espacio abierto con un pequeño estanque para el esparcimiento de los universitarios. Esta estancia linda con la parte de la muralla más degradada, por eso se ha instalado una pantalla de protección.

Sí hay un tramo del lienzo almohade bien conservado que será visitable y se va a incluir en el recorrido de las visitas turísticas de la ciudad, el que se divisa desde la cancela de hierro de la plaza de Pereros, junto al portón principal del palacio, que se ha mantenido y restaurado.

Durante la reforma se descubrió un aljibe que se ha hecho accesible para visitas puntuales. Se ha recuperado la estructura original de la capilla, con altos techos abovedados y muestras de muros previos al siglo XV. Y, como curiosidad, se ha actualizado un rosetón oculto, con una vidriera, fechado en los 50 del siglo XX.

Son 70 habitaciones con baño, en su mayoría individuales. Algunas, con vistas de excepción al conjunto histórico, otras, con patio o salón compartido, y todas ellas dotadas del máximo confort. Una obra de cuatro millones de euros para devolver a la Casa Pereros la vida estudiantil que tuvo desde 1989 hasta 2014, cuando cerró sus puertas.

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