El protocolo 'Ola de frío', el dispositivo que coordina el IMAS cada invierno para proporcionar techo a todas las personas sin hogar durante las noches más frías del año, incluye esta edición una novedad importante. Se refuerza con la incorporación de un nuevo centro de emergencia social, situado en la calle Ríos Verdes, cerca de la Plaza.
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La comunidad franciscana San Antonio de Padua pone a disposición de las personas sin recursos ocho camas, además de ducha y desayuno. Las instalaciones forman parte del centro Ágora Francesco y, hasta ahora, han sido utilizadas por la obra que la Familia Pavoniana, liderada en la ciudad por el padre Gianni Vetrirum, también desarrolla con los transeúntes.
La puesta a punto de estas estancias está en macha. Sus paredes acaban de ser blanqueadas y dentro todavía huele a pintura. En una habitación amplia hay seis literas, destinadas a hombres. Para las mujeres hay un cuarto más pequeño, con dos camas. Los datos reflejan que la mayoría de los usuarios de este tipo de servicios son varones.
Por el Centro Vida que Cáritas Diocesana gestiona junto a la estación de ferrocarril han pasado hasta el 12 de noviembre 221 personas. De ellas, el 88 por ciento son hombres y solo el 12 por ciento son mujeres, según los datos facilitados por la organización.
Es aquí, en el centro asistencial de Cáritas, donde arranca el dispositivo especial. Se activa mañana, 1 de diciembre, y permanecerá en vigor hasta el 31 de marzo, aunque es susceptible de ampliación en función de las condiciones atmostéricas. El Ayuntamiento acogió ayer la firma de este protocolo anual con la presencia de todas las instituciones implicadas: Cáritas, Cruz Roja, Policía Local, Policía Nacional, la Fraternidad Franciscana San Antonio de Padua y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que regentan el comedor social que hay en la calle Obras Pías de Roco, en la parte antigua.
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Durante la rueda de prensa que siguió a la firma, la alcaldesa, Elena Nevado, detalló el papel que desempeña cada institución.
Desde mañana las personas sin techo pueden llamar a la puerta del Centro Vida de Cáritas, que cuenta con 16 plazas, más allá de la hora límite de acogida, fijada en las 21.00 horas. La admisión se amplía a toda la noche, siempre y cuando los potenciales usuarios acudan acompañados de agentes de la Policía Nacional, Local o de la Guardia Civil. Si el centro está completo, se activará la siguiente fase.
En este momento intervendrá el Instituto Municipal de Asuntos Sociales y, si el organismo está cerrado, será el turno de la Policía Nacional y de la Local. Los agentes serán los encargados de tramitar el ingreso en el nuevo centro de emergencia social de los franciscanos. «Queremos ofrecer nuestros recursos y locales para que no haya nadie en la ciudad que no tenga un lugar donde dormir digna y cómodamente», apuntó Damián Niso, director de Cáritas, organización que gestionará las instalaciones de Ríos Verdes. Cuando el centro cubra sus plazas, se derivará a las personas que busquen techo al albergue municipal y, como último recurso, a una pensión.
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De forma paralela, los voluntarios de Cruz Roja volverán a realizar sus rutas nocturnas por la ciudad con una unidad móvil. De lunes a viernes, entre las diez de la noche y la una de la madrugada, peinarán cajeros, soportales y bancos para prestar apoyo 'in situ' a las personas que viven en la calle. Les brindarán mantas, café y conversación, además de informarles de la posibilidad de dormir en un centro asistencial.
El último eslabón del protocolo pertenece a la Obra Social La Milagrosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. Además de ofrecer el servicio de almuerzo habitual en su comedor social, desde mañana facilita mantas y ropas de abrigo y amplía el horario de atención para la recogida de bocadillos y duchas.
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Según un estudio reciente encargado por el IMAS, el pasado mes de junio se contabilizó una treintena de personas que, o bien piden en la calle pero tienen un lugar donde alojarse, o duermen al raso por carecer de un techo donde resguardarse.
El protocolo 2017/2018 se saldó con 172 intervenciones. La Policía Local atendió a 15 personas y la Nacional, a siete. El IMAS gestionó 31 peticiones, 40 usuarios recogieron ropa de abrigo y bocadillos en el comedor de las Hijas de la Caridad y Cruz Roja prestó 45 intervenciones. Cáritas alojó a nueve personas en su Centro Vida, 23 fueron derivadas al albergue y otras dos, a pensiones.
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