Tres años de cárcel para un camello que tenía un arma ilegal en Sierra de Fuentes

Fue en agosto del año 2020 cuando el equipo Roca de la Guardia Civil de Cáceres empezó a investigar al procesado al sospechar que se estaba dedicando a vender sustancias estupefacientes, tanto en su vivienda como en una finca que tenía arrendada en Sierra de Fuentes.

A la una de la tarde del 31 de agosto de 2020, los agentes inspeccionaron la parcela en presencia de él, interviniendo en su interior un total de 16 plantas de cannabis sativa.

Una vez separados tallos y ramas arrojó un peso de siete kilos 890 gramos. Una vez que se secó se hizo un nuevo pesaje con el siguiente resultado: un kilo 970 gramos de hojas y 470 gramos de cogollos. Era cannabis por el que podía obtener alrededor de 4.400 euros en el mercado negro.

En el interior de la parcela, dentro de una caseta de obra, la Guardia Civil encontró una escopeta de caza marca Lamber, con número de serie borrado y los cañones recortados. Estaba en perfecto estado de funcionamiento y el acusado no tenía licencia para su uso. Ese mismo 31 de agosto, a las seis de la tarde, se registró su piso. Hallaron 6,25 gramos de cocaína, 3,77 gramos de resina de hachís, y un kilo y 120 gramos de cogollos de marihuana. También tenía 489 euros en metálico.

En el domicilio del encausado se encontró un arma eléctrica taser en perfecto estado de funcionamiento, un arma considerada como prohibida. Además había 22 cartuchos de caza no detonados y dos vainas del calibre 12. Estas dos vainas habían sido disparadas por la escopeta de cañones recortados.

En un principio la fiscalía tenía previsto solicitar para el acusado: seis años de cárcel y 22.900 euros de multa por el delito de tráfico de droga, y otros tres años de prisión por el delito de tenencia ilícita de armas.

Defendido por el abogado Ángel Luis Aparicio, ayer las partes llegaron a un acuerdo definitivo de pena en la Audiencia Provincial de Cáceres. El encausado reconoció que se dedicaba a vender droga y se decidió que se le condenara a dos años, seis meses y un día de prisión por el delito de tráfico de drogas y otro año privado de libertad por la tenencia ilícita de armas, además de pagar una multa de 7.890 euros, que se puede sustituir por 96 días privado de libertad en el caso de impago de la multa.