El Universitario sirve ya los menús en su nueva y moderna cafetería

Dos años después de que el Hospital Universitario entrara en funcionamiento, ha abierto al público la cafetería del complejo hospitalario, uno de los servicios más demandados por los usuarios que hasta este mes se ha venido prestando en una carpa en el exterior del centro.

Desde ayer, los menús se sirven en un espacio de un blanco impoluto, lleno de luz natural, gracias a sus grandes cristaleras a la calle, y dotado de un mobiliario moderno y sencillo que confiere al restaurante un aspecto minimalista. Se trata de una dotación construida en dos niveles, con 390 metros cuadrados de sala y 220 más de cocina. En el nivel superior, encima de la cocina, hay prevista una terraza, que el empresario que explota el servicio, César Martín Clemente, quiere adecuar con más mesas y sillas, en función de la demanda, cuando haga buen tiempo.

La Consejería de Sanidad anunciaba el viernes la puesta en marcha del área de restauración, tras acometerse una obra de más de un millón de euros que se ha prolongado durante cinco meses, en los que se han construido y acondicionado las instalaciones.

Todo el equipamiento ha quedado instalado y este sábado el personal de la empresa Hosteleros 13, adjudicataria de la concesión de la Junta de Extremadura por un periodo de 15 años, ofrecía los primeros desayunos y almuerzos.

La sociedad, que emplea a 33 trabajadores entre la cafetería del San Pedro de Alcántara y la del Universitario, ha realizado la inversión, cifrada en total en 1.263.000 euros, con el siguiente desglose: 721.000 ha costado la reforma, 430.000 la maquinaria y el mobiliario industrial, 75.000 euros el mobiliario general, 25.000 los útiles de cocina y 12.000 los de hostelería.

Martín Clemente, se mostró ayer «satisfecho» con el resultado de la reforma y destacó lo «beneficioso» del servicio.

Fue en octubre de 2019 cuando se montó la carpa provisional en el recinto para atender las necesidades de acompañantes y familiares de pacientes, mientras se concedían los permisos para construir la cafetería y se ejecutaba la obra. Las quejas de usuarios se sucedieron tras la apertura del hospital, que en los primeros meses contó solo con máquinas de 'vending' en su interior para tomar un tentempié.