Está a punto de cumplirse un mes del último incendio declarado en el edificio okupado de la calle General Margallo, que une la plaza del Duque (Cuatro Esquinas) con la Plaza de Toros. Y los residentes exigen al Ayuntamiento de Cáceres que adopte soluciones. ... Piden, en concreto, que se tapien los accesos para evitar que se pueda entrar en el inmueble, situado en el número 64 de la vía.
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Tras la actuación de los bomberos, que se prolongó durante toda la madrugada del 3 al 4 de enero, el edificio fue precintado por la Policía Local por riesgo de colapso del tejado.
Ese precinto desapareció al poco tiempo. Y entre el vecindario hay temor a que se declare un nuevo fuego. «Ya ha habido tres incendios», precisa Andrés Corbacho, presidente de la Zona Centro, colectivo vecinal que agrupa a los residentes en vías como la calle Parras y Margallo hasta el Arco de la Estrella.
«Al día siguiente del último incendio, sobre las dos y media de la tarde, llegaron los de siempre, violentaron el precinto y entraron. A ellos les da igual todo», narra Corbacho. El Ayuntamiento de Cáceres ha indicado que la Policía Local visitó durante la jornada de este lunes el inmueble y procedió de nuevo a su precinto.
Pero los vecinos quieren medidas más contundentes «Llevamos más de tres años luchando por este tema. Y aquí no se toman soluciones. Nadie sabe de quién es el edificio. La excusa que ponen es que no encuentran al dueño. Esa respuesta no me vale porque eso tiene que estar registrado en algún sitio», se queja el presidente vecinal.
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Precisamente este martes Corbacho mantendrá una reunión con los concejales responsables de las áreas de Seguridad y Participación Ciudadana en el Ayuntamiento, Pedro Muriel y Jacobi Ceballos respectivamente. La reunión, solicitada por el líder vecinal, comenzará a las 11.00 horas.
En el transcurso del encuentro Corbacho relatará los temores de los residentes. «Nadie nos hace caso y los vecinos están preocupadísimos. Los okupas hacen lo que les da la gana. Están cogiendo electricidad de la propia calle», narra el líder vecinal e insiste en la idea de que el precinto no es solución. «Los precintos no sirven para nada porque son puertas que no tienen anclajes en los laterales. Las empujan y entran».
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«Salen semidesnudos, hacen pis en la calle y no se cortan. Unas veces hay dos okupas, otras veces hay diez...», ilustra sobre los ocupantes de este bloque de tres alturas.
La realidad de los vecinos de la calle General Margallo llegó al pleno municipal en abril de 2023, durante el último tramo de legislatura de Luis Salaya. En aquella ocasión, el encargado de tomar la palabra y dar voz a los residentes fue Jacinto Carvajal. «Pensamos que esto no es solo un problema de okupación», dijo durante el turno de intervenciones ciudadanas, sino que, a su juicio, es también una cuestión de salubridad porque allí vive gente «sin luz, sin agua, sin saneamiento» y pernoctan, «se drogan y hacen sus necesidades», por lo que advirtió de la «inquietud» que esta circunstancia estaba generando en el vecindario.
Tras el último incendio, el Ayuntamiento permanecía a la espera de que se emitieran informes complementarios para actuar, una vez precintado el edificio. De momento, no se ha facilitado información sobre estos estudios.
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En 2023, tras la denuncia ciudadana emitida en el pleno municipal, el Consistorio explicó que se estaba trabajando en varias líneas. La primera era aumentar la presencia policial para que «las cosas no se desmadren más», dijo Luis Salaya. El entonces alcalde también explicó que se estaba buscando al propietario de la vivienda, algo que «está resultando más difícil de lo que parecía», apuntó.
Y es que esta vivienda okupada aparece en el catastro a nombre de una empresa que ya no existe porque no cubrió sus deudas, por lo que la casa podría pertenecer a un banco. En ese momento se sabía ya que no era propiedad de la Sareb o 'banco malo', algo que hubiera agilizado los trámites.
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De forma paralela, el Ayuntamiento comunicó que ya había iniciado un expediente de disciplina urbanística para llegar, si fuera necesario, al embargo de la vivienda para «cerrarla a cal y canto e impedir que se pueda seguir entrando en ella», explicó en ese momento Luis Salaya.
Los vecinos de la calle General Margallo de Cáceres estrenaron 2025 con un gran sobresalto. En la madrugada del 3 al 4 de enero el inmueble situado en el número 64 comenzó a arder. Las llamas se localizaron en la última planta. Según informó la Policía Local a este diario, no había nadie dentro de la vivienda afectada cuando accedieron a su interior los servicios de emergencia, por lo que no hubo que lamentar heridos. El aviso se recibió a las doce de la noche. El edificio fue precintado por riesgo de colapso de la estructura del tejado, según detalló Víctor Polo, jefe de guardia en el Sepei. El fuego se originó en la segunda planta, que se quemó por completo. Las llamas se extendieron al tejado e hicieron que colapsara una parte de la cubierta. Los bomberos trabajaron en la zona hasta las 9.15 horas de la mañana siguiente, momento en el que se dio por extinguido el incendio. La Policía Científica se desplazó hasta el lugar de los hechos para tratar de esclarecer lo sucedido con pruebas sobre el terreno. No ha trascendido cuál fue el origen del foco. No es la primera vez que se declara un incendio en este inmueble okupado. Los bomberos también intervinieron en este edificio en febrero de 2023. En este caso, el fuego se localizó en la planta baja.
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