Vecinos de San Marquino, en Cáceres, rechazan el nuevo mirador turístico

«No se nos ha informado a los vecinos, al menos mínimamente, de esa obra que tanto va a afectar a nuestra vida cotidiana a partir de ahora», exponen los residentes en un escrito.

«Creemos que el sitio elegido– prosiguen– no es el más adecuado para construir un mirador por las innumerables molestias que causaría, dada la proximidad de las viviendas». Y, además, los residentes temen que el nuevo atractivo turístico se convierta por las noches en punto habitual para los botellones, con unas vistas inmejorables a la Ciudad Monumental. Apoyan su afirmación en la experiencia que acumulan con los otros miradores existentes en la zona.

Sobre estos dos miradores, señalan los residentes, se debería centrar la actuación municipal como alternativa al nuevo diseño. «Antes de hacer nada nuevo –proponen–, arréglense los dos ya existentes en la calle Fuente Rocha, que están totalmente abandonados y llenos de restos de botellones poco después de ser inaugurados». Y sugieren, además, otros espacios alternativos para un nuevo mirador, como el ocupado en la actualidad por el ya conocido como 'el banco más bonito de Cáceres', una iniciativa puesta en marcha por los propios residentes. «Fue puesto por los propios vecinos precisamente para reivindicar que se construyera en ese sitio un mirador amplio y decente», recuerdan.

El pasado mes de noviembre el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica adjudicó el proyecto de redacción y obra para la construcción de este mirador a la arquitecta Irene Calle Izquierdo por un importe de 4.840 euros. Es una de las autoras del mirador de Cabezabellosa, inaugurado a comienzos de 2022.

Está previsto que se construya una plataforma en la calle Venus que facilite un sistema de terrazas desde el que pueda verse el lienzo almohade de la Ciudad Monumental. También se adecuarán los accesos actuales a esta calle con una mejora de la iluminación, el mobiliario y la señalización. La construcción del mirador está presupuestada en 72.000 euros. El proyecto contempla, además, la posibilidad de instalar una cafetería asociada al mirador, algo que rechazan de forma rotunda los vecinos.