Muere la camarera oficial de la Virgen de la Montaña de Cáceres

Ha fallecido Pilar Murillo. Tenía 91 años y durante casi tres décadas fue la camarera de la Virgen de la Montaña. Era la persona encargada de las labores de organización de los mantos y enseres de la patrona de la ciudad. «La gente hace apuestas para adivinar qué va a llevar», reconocía en un reportaje que publicó HOY con ella y su ayudante, Julita Herrera, en 2007. Herrera será su sustituta.

Cada año, con la bajada de la Virgen, la expectación crece. Hay que recordar que el manto que lleva la imagen cambia a diario y la fallecida ha sido durante años la responsable de elegir como camarera oficial. No es un trabajo sencillo. Son ya 165 mantos los que tiene la colección.

La Cofradía de la Montaña ha decretado tres días de luto. «Es una jornada muy triste para nosotros. Pilar era una persona muy querida. Ya estaba mal de salud pero no esperábamos este desenlace», resalta Juan Carlos Fernández Rincón, mayordomo de la Cofradía. En una reunión de urgencia y de forma telemática, la Junta de Gobierno trató como único punto del orden del día «el fallecimiento de la camarera doña Pilar Murillo», se indica en una comunicación oficial. Pilar Murillo fue operada de un cáncer de tiroides recientemente y llevaba desde el martes en el hospital, donde hoy ha fallecido.

Se acordó por unanimidad decretar tres días de luto oficial «consistente en pedir por su eterno descanso en las misas del Santuario durante esos tres días a partir de mañana». Además, añade, se colocará un crespón negro en el balcón del Santuario de la Montaña y a la Virgen hasta el miércoles y durante el Novenario. Asimismo, está previsto entregar a la familia un manto de la colección. Con el mismo se podrá cubrir el féretro mientras esté en el tanatorio San Pedro de Alcántara. El funeral será mañana a las cuatro y media de la tarde en la iglesia de San Juan.

En una entrevista con este diario, Pilar Murillo contaba cómo ella y su ayudante liaban los mantos en sábanas y llevaban por la noche a la Concatedral. Desde la bajada de la Virgen y hasta su regreso el primero domingo de mayo al Santuario, Murillo tenía unas jornadas de máxima intensidad. Su imagen favorita era la de la patrona de rojo o con un manto verde de las áncoras.

El último acto oficial en el que se la vio fue el pasado 20 de febrero con motivo de la visita del nuevo obispo, Jesús Pulido, a la Virgen en el Santuario. Tras los discursos Pilar Murillo y Fernández Rincón subieron con Pulido al camarín de la patrona para ver de cerca la talla.

Según avanzó el presidente de la Cofradía, Murillo iba a ser nombrada camarera de honor. «Era una referencia por su trabajo, toda una institución», insistió. Había ingresado en el hospital en los últimos días y fue sometida a una intervención, según indicó Fernández Rincón. Sin embargo, su estado de salud era ya muy delicado. Falleció este domingo.

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