![El séptimo manto de María Teresa](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/201805/04/media/cortadas/caceres-kUmG-U501818944039t0F-624x385@Hoy.jpg)
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No uno, ni dos, ni tres... Hasta siete mantos ha donado María Teresa González Salgado a la Virgen de la Montaña. La patrona estrenó el último ayer durante el besamanto, que continúa hoy. Se trata de una pieza hecha en brocado de satén azul oscuro y adamascado en oro e hilo de seda. Lo ha confeccionado ella misma.
Este manto tiene el número 134 y es, hasta ahora, el último que se ha incorporado a la colección de la Virgen de la Montaña. En breve, la patrona sumará un nuevo manto. El Banco de Alimentos donará la pieza que han sufragado sus voluntarios y que han elaborado las monjas clarisas el próximo día 19 de mayo. Será la pieza número 135.
Se puede afirmar sin lugar a equívocos que María Teresa es la mayor donante de mantos de la patrona. Así lo confirma Pilar Murillo, camarera de la Virgen de la Montaña. «Lo hago en recuerdo de mi gente. Es algo que me gusta», asegura esta funcionaria jubilada de la Seguridad Social. Cada manto que entrega a la Virgen lleva en su interior, cosido al forro, una tela con el número identificativo de la pieza y la dedicatoria. Su última donación está dedicada a sus padres, Juan González Luengo y Noly Salgado Luceño; a sus abuelos, Ignacio Salgado Bazán y María Magdalena Luceño Sánchez; y a su tía, Mari Ángeles Salgado Luceño. La pretensión de Maria Teresa es que sus familiares estén más cerca de la patrona.
Su familia, de hecho, siempre ha estado muy unida a la imagen. Su padre fue tesorero de la cofradía y dirigió la revista de la hermandad. La primera donación a la Virgen se produjo en 1994. Fue el manto número 88, confeccionado a partir del vestido de novia de su madre. «Decidimos llevarlo a Madrid, a los talleres de Santa Rufina, para que hicieran el manto con el vestido», narra. Fue la única pieza confeccionada en un taller profesional. Los seis restantes los ha hecho María Teresa. Primero junto a su madre y después en solitario.
El segundo manto llegó en 1996, el número 92, de color blanco. Diez años después, en 2006, María Teresa realizó su tercer regalo: un manto de color azul, hecho a partir de una colcha de la dote de su madre. Después llegó, en 2007, otro manto. Esta vez de color salmón. También es la autora del 122, hecho en damasco verde, y del manto 126, que la Virgen estrenó en el besamanto de 2015, de color rojo. No descarta que haya nuevas donaciones. «Nunca se sabe», afirma.
La Concatedral vivió ayer una multitudinaria jornada de besamanto, con largas colas en la Plaza de Santa María. También comenzaron a despacharse en el Palacio Episcopal las tradicionales roscas de anís. El programa paralelo del Novenario incluye para hoy, como novedad, una degustación popular de frite de cordero en la Plaza Mayor. Comenzará a las 13.00 horas y cada ración costará dos euros.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Leticia Aróstegui, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández y Mikel Labastida
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