Los restauradores, junto a la Virgen de la Montaña antes de realizar su intervención. HOY

«Ahora, tras la limpieza, la cara de la Virgen de la Montaña se ve más clara»

Isabel Rabadán y Juan Alberto Filter han sido los encargado de llevar a cabo la reciente intervención realizada a la patrona, una imagen del siglo XVII

Domingo, 28 de abril 2024, 08:09

La Virgen de la Montaña ha sido recientemente sometida a una operación de limpieza y mantenimiento que ha sido llevada a cabo por el equipo formado por Isabel Rabadán y Juan Alberto Filter, especializados en el campo de la conservación y la restauración. Afincados ... en Umbrete, han trabajado para las hermandades más relevantes de Sevilla, como el Gran Poder o la Esperanza de Triana, y colaboran además como personal externo con el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

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Durante el 25, 26 y 27 de marzo estuvieron en el camarín de la Virgen de la Montaña para subsanar las deficiencias detectadas a nivel de policromía en la imagen de la patrona, una talla que data del siglo XVII.

Durante estos días la imagen luce en Santa María el resultado de la intervención. «Se nota, estéticamente, en la limpieza de la suciedad superficial que presentaba. En la frente y en las mejillas, del humo de las velas, tenía un poquito de suciedad y eso oscurecía el tono de la cara de la Virgen. Ahora la cara de la Virgen se ve más clara. Es la tonalidad original de la policromía». detallan. Isabel y Juan Alberto también han restaurado el Cristo del Humilladero.

«Las deficiencias se centraban por un lado en el levantamiento de algunos fragmentos de la policromía, tanto en ropajes como en la encarnadura, y por otro, en la pérdida de dicho estrato pictórico en el rostro de la Virgen, manos y el Niño, bien por desprendimiento de estos fragmentos que presentaban separación con el soporte (la madera), bien por el roce en labores de vestir a las imágenes a lo largo del tiempo (lo cual es normal, a pesar del enorme cuidado que sabemos ponen las personas designadas a tal efecto)», detallan los expertos.

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«Tras evaluar los daños se ha llevado a cabo una intervención de conservación, y puntualmente, se han efectuado labores de restauración en la cara y manos de la Virgen y en el Niño, en pequeñas zonas de pérdida de policromía. Se ha fijado el estrato pictórico con riesgo de desprendimiento tanto en zonas encarnadas como en las de ropaje tallado de la Virgen. Tras esto, se ha realizado una limpieza superficial de las encarnaduras para retirar suciedad, polvo, hollín..., así como reintegraciones de color alteradas de una intervención anterior (años 80). A continuación, se ha reintegrado la preparación (estuco) en las zonas de pérdidas de la encarnadura, y se ha reintegrado cromáticamente dichas lagunas mediante técnica al agua (acuarela). Por último, se ha aplicado un barniz de protección (igualmente sólo en las zonas encarnadas), cuidando el matiz de brillo, y finalmente se han ajustado las reintegraciones cromáticas mediante pigmentos al barniz. Todas estas actuaciones se han realizado atendiendo al máximo respeto a la originalidad de la obra, con materiales y técnicas afines a ésta, inocuas, inalterables y reversibles, y con un criterio diferenciador, para no ocultar ni enmascarar los valores plásticos de la policromía», concluyen.

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