El Ayuntamiento de Badajoz suspende los desfiles de comparsas y el concurso de murgas

Ya es oficial. En 2021 no habrá disfraces de comparsas ni coplas nuevas. El Ayuntamiento ha anunciado que suspende todas las actividades oficiales del próximo Carnaval. Esto se traduce, de momento, en que no se celebrarán los concursos de comparsas ni el de murgas. El resto del programa está en el aire a la espera de cómo evolucione la pandemia de la covid.

La decisión la hizo pública ayer la Concejalía de Ferias y Fiestas después de concluir la ronda de contactos con murgas, comparsas, grupos menores y artefactos, que son los protagonistas de los distintos certámenes carnavaleros. La situación sanitaria actual provocada por la pandemia, las restricciones impuestas para reunirse y la incertidumbre de cómo evolucionará la covid, han obligado a tomar la decisión de no celebrar los concursos.

El motivo es que a la vuelta del verano los grupos empiezan a preparar el Carnaval y hacer sus inversiones para sacar adelante sus proyectos. La imposibilidad de garantizar por parte del Ayuntamiento la celebración de la fiesta el próximo febrero y los actuales impedimentos para que los grupos empiecen a trabajar en el Carnaval 2021 han llevado finalmente a tomar una decisión que, aunque parecía inevitable, nadie quería firmar.

«La decisión ha sido muy difícil porque el Carnaval moviliza a toda la ciudad y es uno de los motores económicos de la ciudad durante todo un mes», reconocía ayer la concejala responsable, Lara Montero de Espinosa, quien a renglón seguido apuntaba que «el lado positivo es que hemos ido a una con los grupos y lo hemos decidido entre todos, poniendo por delante la seguridad del ciudadano y la responsabilidad».

De momento, esta suspensión afecta al concurso de murgas de adultos, al desfile de comparsas infantil del viernes de carnaval, al concurso de comparsas de adultos, grupos menores y artefactos que se celebra durante el gran desfile del domingo de Carnaval y al concurso de comparsas de San Roque del Entierro de la Sardina.

Sobre el resto de actos que componen el programa oficial del Carnaval no se ha decidido nada. El alcalde volvió a reiterar ayer su intención de apurar todos los plazos antes de decidir si Badajoz saldrá a la calle disfrazada en febrero. Para la celebración del carnaval popular, del pregón y del Entierro de la Sardina aún hay margen para ver si la evolución de la pandemia o la llegada de la vacuna contra la covid hacen posible que Badajoz no tenga que renunciar a su fiesta grande.

Los que sí tendrán que guardar en un cajón bocetos de disfrace y coplas son los grupos que ya habían empezado a trabajar. Muchas comparsas habían votado ya el disfraz de este año, una decisión que suelen tener cerrada antes del verano, y hay murgas que también habían decidido ya su tipo y empezado a componer su repertorio. La Falcap, tal y como publicó HOY el miércoles, ya anunció su decisión de suspender los concursos.

Las murgas se reunieron hace dos semanas y acordaron lo mismo. «Llegamos todos a la misma conclusión: si no se podía asegurar un carnaval de calle no íbamos a preparar un concurso», confirma José María Regaña, portavoz de la comisión de murgas, quien defiende que el concurso no puede desvincularse de la fiesta en la calle. Otro motivo que ha pesado en esta decisión es el riesgo para la salud de sus componentes durante los ensayos, ya que cada murga tiene entre trece y quince componentes y preparan sus actuaciones en locales pequeños donde es difícil mantener la distancia de seguridad.

Con todo, la suspensión de los concursos no significa que se dé por perdido el Carnaval. La Concejalía de Ferias y Fiestas tiene intención de convocar en las próximas semanas a la comisión oficial del Carnaval –donde están representados todos los grupos– para trabajar en las alternativas a la fiesta, en función de cómo vaya evolucionando la pandemia. «No todo está perdido», recuerda la concejala. Las murgas, que están pendiente de cobrar el dinero de los premios y de su participación en el concurso de 2020, ya han manifestado que no se sentarán con el Ayuntamiento hasta que no reciban las cuantías que les adeudan.