HOMENAJE. HOY reunió a 12 comparseros en San Francisco para recordar la historia del Carnaval de Badajoz. J.V. ARNELAS - VÍDEO: MARTA MUÑOZ

«Volveremos con más fuerza que nunca»

Carnaval de Badajoz ·

Las agrupaciones hacen una radiografía de cómo ha cambiado la fiesta en 40 años y cómo se enfrentan al parón de la pandemia

Domingo, 14 de febrero 2021, 21:32

Este domingo fue su día. El premio después de un año de trabajo. Pero estuvieron en casa y solo pudieron recordar, mirando fotos, que forman parte del evento más grande del mejor Carnaval del mundo. Para aliviar su pesar y el de todos los carnavaleros, ... HOY reunió a 12 comparseros en San Francisco para radiografiar sus 40 años de historia y los que les queda por vivir en cuanto la covid lo permita.

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«Es el único día que me voy a poner el traje este año», dijo con pena Rocío Robles, de Umsuka Imbali, al llegar. Poco a poco se fueron congregando sus compañeros ante los pocos pacenses que pasaron y se sorprendieron con la estampa carnavalera. Están tristes y tienen miedo, no por perder el Carnaval de 2021, sino por la incertidumbre de cuántos años pasarán. Pero son comparseros, endurecidos en horas de ensayos bailando y días pegando complementos con silicona, así que son optimistas. «Volveremos con más fuerza que nunca», dijo Carlos Macías, de 'Donde vamos, la liamos' (Olivenza) y le dieron la razón.

Las comparsas nacieron de grupos de amigos y familias que decidieron salir disfrazados a juego y fueron incorporando un bombo, una caja, etc. Ahora son un fenómeno de masas. Montse Sánchez, de Los Pío Pío, es una veterana y dice que nunca pensó en desfilar con 10.000 personas ante 250.000 de público. «Esto ha crecido muchísimo. Yo recuerdo salir la primera, no había terminado, y la última comparsa iba por El Corte Inglés. Ahora pasan 9 horas».

¿Y ha tocado techo el desfile? Ni mucho menos. Todos coinciden en que seguirán creciendo y sorprendiendo, su palabra favorita. «El futuro o el presente es la innovación. El Carnaval de Badajoz ha alcanzado un nivel altísimo, me atrevería a decir que es profesional, así que ahora el límite es quién sorprende con un cambio de traje, con una cama elástica, con un paso de baile. Con lo que sea, la historia es sorprender al público», dice Juan Luis Domínguez, de Los Lingotes de Talavera.

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Montse Sánchez. ARNELAS

Montse Sánchez. Los Pío Pío

«Éramos grupos pequeños con trajes sencillos»

Lo primero y principal para las comparsas es escoger un disfraz. Una elección que después de 40 años y con 51 agrupación, es muy complicada. «Es muy difícil no repetirse, pero aún así se consigue encontrar una temática que no haya salido», dice la comparsera de Los Pío Pío, que salieron en 2020 como serenos. «Sí lo sacó Dakipakasa aunque muy distinto, le dimos una vuelta».

Sánchez, que es una veterana, explica cómo han cambiado las comparsas en 40 años. «Eran grupos más pequeños con trajes más sencillos. Luego evolucionó y comenzaron a llevarse trajes grandes y gorros de mucho volumen, que es lo que nos caracteriza. Y aunque ha habido una temporada que se redujo el tamaño de los gorros, han vuelto. Ahora pesan menos gracias a los materiales aunque van mucho más recargados. Nos reinventamos».

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Beatriz Redondo. La Bullanguera

«Los trajes han cambiado por los nuevos materiales»

Beatriz Redondo, de La Bullanguera, confirma cómo ha cambiado la elaboración de los trajes, principalmente por los nuevos materiales. «Es por lo que se caracteriza La Bullanguera, por sacar materiales nuevos, muchos reciclados», explica. Un ejemplo son las radiografías. Consiguieron este material para convertirlo en plumas para su traje de celtas en 2017 o cartones de huevos para su traje mexicano inspirado en el película Coco (2019).

Los trajes, además, tienen cada edición más detalles. Cada zapato, cada remache o cada complemento cuenta una historia. «El público nos pregunta mucho qué significa una cosa o la otra porque son pura fantasía». Un ejemplo de este gusto por los detalles es la comparsa Las Monjas, de Torremejía, que se ha impuesto siete veces en el desfile y se distingue por la calidad de su costura y por llevar muchos elementos, especialmente en su sombrero.

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Carlos Macías. Donde vamos, la liamos

«Siempre vamos a intentar sorprender»

En cuanto a innovar, las comparsas son capaces de darle una vuelta a todo. De representar disfraces más tradicionales han pasado a contar leyendas, ir de grupos musicales como Queen o Mago de Oz, películas, artistas como Michael Jackson o Beyoncé o ¿Por qué no?, hacer un homenaje a su pueblo. Fue el caso de 'Donde vamos, la liamos', que en 2018 encantó al público representando a Olivenza y ganó un segundo premio.

«¿Qué mejor forma de sorprender que hacer un homenaje a tu pueblo y encima representando la cultura española y portuguesa? Las comparsas siempre intentan sorprender», dice el oliventino Carlos Macías.

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Marta Monroy. Caretos Salvavidas

«La esencia es llevar un gorro grande»

«Todo el disfraz es importante en su conjunto, pero es cierto que el gorro es importante. Siempre se ha caracterizado este Carnaval por sus trajes y por el tamaño de los gorros», explica Marta Monroy.

Al ganar peso la música y especialmente el baile, los trajes y los gorros cambiaron para adaptarse. Durante un tiempo, de hecho, algunas agrupaciones optaron por sombreros más pequeños, pero han vuelto a verse muy grandes en las últimas ediciones. Lo han logrado con nuevos materiales más ligeros que les permiten bailar con estos tocados. Marta Monroy destaca que Caretos Salvavidas, una de las agrupaciones más antiguas, siempre ha mantenido este rasgo distintivo. «Es mantener la esencia y la altura. Es cierto que no es muy cómodo, por eso tiene un plus extra». Recuerda especialmente su gorro de aztecas hace dos años, diseñado por Dolores Generelo, para conmemorar el inicio de su agrupación.

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Juan Luis Domínguez. ARNELAS

Juan Luis Domínguez. Lingotes

«La coreografía ha cambiado porque los trajes pesan menos»

En los inicios del desfile, más que bailar, las comparsas desfilaban, pero los últimos años la coreografía es espectacular. Los grupos rompen las filas, hacen cambios de posición, forman figuras como pirámides o incluso saltan en camas elásticas como La Kochera en 2020, cuya música gospel acompañada de baile fue lo que le dio la victoria en la puntuación final.

«La coreografía, de unos años para acá, ha cambiado muchísimo porque los trajes son mucho menos pesados. En Badajoz tiene muchísima importancia el gorro y pesaban una barbaridad. Ahora se usan otros materiales y nos permiten dar saltos, cambiar de fila, etc», explica José Luis Domínguez, de Los Lingotes.

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El año pasado, por ejemplo, los Lingotes fueron del Oeste americano y no faltaron los pasos de country, aunque uno de sus bailes más recordados fue en 2019, cuando ganaron con una mezcla de guerreros y ópera China. El público ovacionó cuando rompieron su atuendo amarillo sacando banderas rojas para bailar.

Víctor Manuel Villaverde. Caribe

«La música era bombo y caja, ahora ha evolucionado»

Y no hay coreografía sin música, otra especialidad carnavalera que ha evolucionado de desfilar con bombo y caja a ir acompañados de una orquesta con 50 músicos. De hecho, estos ritmos ya tienen su propia competición, la tamborada. Uno de los promotores es Víctor Manuel Villaverde, de Caribe. «Ahora es grandísimo el abanico de instrumentos que se usa. Es sorprendente la evolución que ha tenido y la música va a seguir evolucionando».

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Para crear la melodía «empezamos desde cero». «Cogemos una base, dependiendo de la temática de ese año, y empezamos a meter golpes rítmicos, sonidos y melodías. Creando unos ritmos que luego se trabajen en la coreografía».

Alba Durán. Vaivén

«El complemento de baile ayuda a contar una historia»

Un bastón, un paraguas o un aro. En ocasiones las comparsas llevaban complementos para ayudar a su coreografía. En 2011 La Kochera se disfrazó de cabaret y desfiló con una silla en la que se subían o se sentaban. Fue un punto de inflexión que ha convertido el complemento de baile en otro reto creativo para las agrupaciones. Lo sabe muy bien Alba Durán, de Vaivén, que sorprendió al público con su atuendo de deshollinadores acompañado de cepillo, escaleras y globos con helio. «Hace 30 años se llevaban pompones, por ejemplo, cosas más sencillas para dar vistosidad. Ahora lo incorporamos al baile, para hacer una historia completa, como en nuestro caso la escalera que es absolutamente necesaria para un deshollinador».

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Pilar Álvarez. Cambalada

«El maquillaje te mete en el personaje»

Otro elemento indispensable en las comparsas es el maquillaje. «Es un complemento más y ayuda mucho a meterte en el personaje. Llevas la cara pintada, no te reconocen y puedes hacer lo que quieras», indica Pilar Álvarez entre risas. Añade que este año echará mucho de menos esta edición, que sería su décimo aniversario de comparsera. «Lo dejaremos para el año que viene que volveremos más y mejor».

María José González. Wailuku

«Cada año buscamos cosas más innovadoras»

Wailuku es una de las comparsas que suele destacar por su maquillaje que antes suponía pintarse la cara y ahora incorpora pinchos, tuercas, brillos, etc. María José González detalla que siempre se diseña pensando en la temática de ese año. «La vocal de maquillaje, piensa en algo acorde con el traje. Normalmente se hacen propuestas, se hacen pruebas, se decide un diseño y luego se realizan talleres y tutoriales para enseñar a todos los componentes a maquillarse de esa forma. El día del desfile nos ayudamos entre todos para prepararnos».

«Cada año se buscan materiales y cosas nuevas. Nosotros en 2019, que ganamos el Antifaz de Plata de maquillaje, llevábamos unos dientes dorados en la boca. También se están añadiendo pendientes en la nariz y otros complementos. Poco a poco buscamos cosas más innovadoras. Lo que te diferencia».

Rocío Robles. Umsuka Imbali

«El estandarte es lo primero que ven de tu comparsa»

Otro elemento que no falta son las figuras y los carteles que preceden a las agrupaciones. El estandarte fijo, el único que se usaba originalmente, lo carga una persona. Suele ser un palo largo con un cartel con el nombre y número del grupo, aunque se adornan con todo tipo de figuras. Los estandartes móviles nacieron para que la comparsa desfilase precedida de una presentación más grande y llamativa, para ello se colocaron sobre ruedas aunque no pueden llevar motor.

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«Ha habido una evolución, igual que en música, número de componentes o coreografía. El estandarte ahora es importante. En 10 o 15 años se ven estandartes que son auténticas obras de arte», explica Rocío Robles.

Robles recuerda, por ejemplo, el estandarte que precedió a su grupo, Umsuka Imbali, el año que se inspiraron en la película 'Pesadilla antes de Navidad'. Era un enorme 'Jack Skeleton' en un trono. «Era monstruoso de grande. Fueron muchos meses de trabajo con las manos de Javi Mateo, que es el artista, y el equipo de trabajo de estandarte, que al final es una pequeña familia, aprendes y echas ratitos de convivencia para sacar un trabajo espectacular. En el desfile gustó mucho».

«Cuando la gente lo primero que ve de tu comparsa es un estandarte y se queda impresionado, eso se transmite. Ya está la gente pendiente de ti y eso motiva».

Luis Carlos Gómez. Moracantana

«Ya no es solo el nombre delante de la comparsa»

El estandarte fijo, el clásico, también ha evolucionado. En muchos casos ya no es solo una pancarta con el nombre. Un ejemplo es Moracantana que desde 2016 luce siempre delante figuras, a modo de enormes marionetas, que preceden a su agrupación. «Surgió con la presidencia de Manolo Moriano. Se introdujo el concurso de estandarte fijo y empezamos con lo que nosotros llamamos muñecos. Ese año íbamos de Circo del Sol y creamos una figura con unas manos enormes y hemos continuado porque gustó mucho».

En el último Carnaval, Moracantana ganó el premio de estandarte fijo al fundirlo con el móvil. Creó unos caballos alados, a juego con su traje, que tiraban de una enorme carroza.

Belén Guerra. La Movida

«La cantera garantiza el futuro de la fiesta»

¿Y todo esto durará? Las comparsas están convencidas de que la historia del Carnaval pacense no ha hecho más que comenzar. «El futuro está garantizado. Todo esto que nos ha pasado en la pandemia va a ser un antes y un después en el Carnaval porque no está asegurada la fiesta en 2022. Creo que luego lo vamos a coger con más fuerza y los niños de ciertas edades, que no lo van a poder vivir un año o dos, luego se van a lanzar».

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Esta comparsera es una de las impulsoras de la cantera y del desfile infantil de los viernes que cada año es más grande. En los últimos años, además, han pasado de desfilar mostrando el traje a tener sus propios músicos menores y hacer coreografía. «En la década de los 90 y el 2000 se ha visto un crecimiento de las comparsas brutal. De tener grupos con veinte personas a cien. Eso es la cantera».

Esta escuela de carnavaleros se ha logrado por tradición familiar y porque los niños «se enganchan solos». Belén destaca que también es importante enseñarles a disfrutar la fiesta, no a competir. «El premio es salir cada año». Guerra concluye que estos meses están intentando que los menores no pierdan la ilusión «porque volveremos».

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