Los Muraniños abordan el concurso de murgas

Hay otra candidatura para conseguirlo todo en el concurso de murgas. La presentó en la última preliminar 'La leyenda de la nave de los Desertores' o, lo que es lo mismo, Los Muraniños, el nombre que le ha dado la calle a la fusión de Los Murallitas y Los Niños. Tienen un repertorio espectacular con uno de los tipos más cuidados que han presentado ninguna de estas murgas.

Por lo demás el viernes de preliminares permitió que esta murga luciese aún más porque no hubo mucho brillo.

El público aplaudió el retorno de La Caidita, una gran noticia para el Carnaval.

Transformación completa de Marwan

Marwan cumple 20 años en el concurso con una transformación completa. Están irreconocibles por su disfraz de pijas y por el cambio de registro que han sufrido. En cuanto al tipo, el decorado es más sencillo al que está acostumbrado este grupo pero el traje es perfecto. Muchos espectadores comentaron que incluso resultan atractivas. Van depilados, muy bien maquillados y con tacones. Todo un cambio.

El mayor cambio, sin embargo, es su repertorio. El año pasado como momias ya le dieron peso al humor, pero en este 2016 se han volcado en la comedia. Tiene chispa, pero no son los más graciosos del certamen.

También se ha echado de menos su calidad vocal, que solía ser impecable. Ha bajado. Solo la despedida recuerda el estilo Marwan.

Los Krma no son extraterrestres

Y llegaron los Krma. No, no son extraterrestres. Este año son fisioterapeutas, pero con un mal disfraz. Para hacer la gracia optaron por ponerse una manos gigantes, pero el efecto son de monstruo. Este detalle, el uniforme brillante, la peluca y el maquillaje verde no parecen salir de una consulta médica. Más bien de un platillo volante.

Lo mejor fueron sus toques de actualidad con los compromisos de Vara y el mal transporte en Extremadura, pero en general la actuación fue sosa con chistes simples y que se veían venir. No es su año.

Los Zarigüellas castigan al público

En su sexto año Los Zarigüellas vuelven a ser candidatos a los últimos puestos. Durante 22 minutos que se hicieron eternos castigaron al público. Cantan tan mal que resulta difícil soportarlo.

Eso es lo peor, pero tampoco hubo luces en su actuación. Son funcionarios. Un disfraz que solventaron con una peluca, un traje y una pegatina. Sacar a Las Sospechosas, que coinciden en tipo, les perjudicó porque ellas han trabajado mucho más ese personaje.

Las letras repasaron todos los tópicos posibles sin conseguir ni un buen chiste. No son novatos y no se justifica ir con un nivel tan bajo.

Los piratas Muraniños abordan el concurso

El capitán Chiqui y el Almirante Regaña lo han conseguido. Sus piratas han abordado el concurso con muchísimas fuerza. Es un espectáculo ver a dos de las murgas fuertes, Los Niños y Los Murallitas, bien conjuntadas.

Un gran disfraz, un escenario espectacular y ante todo, sus letras, llenas de ingenio y golpes.

¿Son más Murallitas? ¿Son más Niños? Los próximos días se perderá mucho tiempo entre los aficionados a las murgas intentando resolver esta cuestión. La respuesta es que no importa. Tienen una actuación redonda que es candidata a todo y el público está deseando ver qué hacen en la próxima fase ¡Tela marinera!

Espantaperros necesita más jamón y menos pan

A continuación llegó Espantaperros que ha convertido la calidad de los disfraces en su seña de identidad. Son etiquetas de botellas de alcohol en el bar La Buhardilla. El mono del anís, el Beefeater, el Tío Pepe, etc.

Los trajes están trabajados pero la verdad es que, salvo excepciones, pocos se reconocen por la calle y la bola de discoteca que incluyen no tiene sentido.

El mayor problema es que esta murga se centra tanto en rizar el rizo y sorprender con sus disfraces que parece que han dejado de lado sus letras. No tiene chispa. Lo intentan pero no logran que el público responda. No hay risas. Necesitan más jamón y menos pan.

La Caidita vuelve a empezar

La noche terminó con el retorno de La Caidita como panaderos tras dos años de ausencia. Están lejos de sus mejores actuaciones pero hay esencia de esta mítica murga, especialmente en el inicio del popurrí.

Lo mejor ha sido recuperar algunas caras muy queridas en este certamen. Se han reinventado y comienzan de nuevo pero sin perder su estilo. Hay ganas de más Caidita.