Cuando el río suena

En 2017 ocurrió algo en el concurso de murgas de Badajoz que nadie esperaba, dos de las mejores y más querida agrupaciones se fusionaron. Casi al momento la gente les apodó Los Muraniños, pero ellos rechazan el nombre, no se han puesto ninguno fijo y cada edición cambian de apelativo, lo que despista bastante.

Se les puede distinguir por su gran calidad y por sus letristas, Chiqui y Regaña. El año pasado gustaron, y mucho, con sus noveleros, un personaje redondo. Pero no se conforman y advierten que este año van a arriesgarse con una vuelta de tuerca.

«Es una apuesta arriesgada que no se espera de una murga como nosotros», avisan al público, pero se trata de una idea que les rondaba desde hace dos años.

Admiten que es una idea «compleja», pero que los letristas tenían ganas de hacer algo distinto. «Consideramos que es original».

Sea cual sea la sorpresa, no faltará el humor, la actualidad y la crítica además de una importante dosis de contenido local.

Este grupo, a pesar de su trayectoria, es humilde y reconoce que una final de seis grupos complica disputar las tres fases.