Una noche para discutir quién puede ganar el Concurso de Murgas

¿A ti quién te ha gustado más? ¿Jediondos o Dios? Ha sido una de las frases más repetidas en la segunda semifinal del concurso de murgas. El grupo de Chiqui y Regaña y Los Water se confirman como dos de los favoritos del público y claros candidatos a la victoria. Para muchos aficionados la discusión es quien estará encima.

Los Water volvieron a ser desternillantes con su Dios, especialmente con su popurrí. «¿Qué sabe nadie?» es uno de los temas del año. Igualmente Los Jediondos están en lo más alto. Cuentan con la letra más completa y sacaron dos pasodobles y dos cuplés que, muy probablemente, les impulsen en el concurso.

La segunda semifinal arrancó con Los Chungos que tratan de alcanzar su quinta final consecutiva. Utilizaron parte de su repertorio para reivindicar su actuación como feministas. La verdad es que sigue siendo una actuación plagada de frases irreverentes pero es innegable que es divertida. Y tiene mensaje. Solo su despedida resume bien su estilo y es un puntazo.

Lograron arrancar una ovación del público con su segundo pasodoble al machismo en los Carnavales y también que los espectadores coreasen sus lemas. Además tuvieron el detalle de apoyar con fuerza la huelga feminista del próximo 8 de marzo.

Los Chungos, a pesar del hándicap de cantar poco y justo, son un referente. Son activistas, auténticos y políticamente incorrectos y todo lo anterior es bueno en Carnaval.

Los Jediondos salieron a escena a continuación. Estarán el viernes de Carnaval aunque ellos no quieran. En su segunda actuación tiraron de galones para dar un salto en su repertorio. Sacaron dos pasodobles y dos cuplés que valen oro.

El público, de nuevo, conectó rápidamente con su personaje y todas las sonrisas que evitaron ellos, las convirtieron los espectadores en carcajadas. Se marcaron un pasodoble lleno de contenido sobre los problemas de Badajoz frente al protagonismo del proceso independentista pero también otro sobre los pasodobles de las murgas en las bodas que es de los puntos más divertidos hasta ahora. También su cuplé sobre el trato a los animales en la ciudad.

En su trayectoria esta murga de Chiqui y Regaña han logrado dos segundos y muchos coinciden en que este es su mejor año. Optan a todo.

Los Water también optan a todo este año. Está claro. El público ovacionó su épica despedida y se puso en pie al finalizar. Tiene el popurrí más potente del concurso y eso les lleva en volandas.

En su segunda actuación incluyeron un emocinante pasodoble contra los casos de pedofilía en la iglesia y otro muy crítico sobre la situación de la ciudad. Sacaron repertorio de peso aunque sigue siendo el popurrí y el personaje en sí el que empuja esta murga que puede ser imparable.

Tras el descanso actuó la murga ganadora del certamen juvenil, La Compañía. Su circo es un espectáculo. Impresiona ver a sus 21 componentes enfrentarse solos al público, sin apoyo de adultos. Cuentan con unos grandes músicos, en especial las tres guitarras. Es envidiable y en el futuro serán un referente si tenemos la suerte de que este grupo siga adelante.

Debe ser así porque ya son una murga completa. Tienen letras, incluso a temas tan complicados como la anorexia, también humor y buenas voces. Vinieron a las semifinales como premio por su trabajo y lo que hicieron es dar una lección.

A continuación llegaron Las Polichinelas. Tienen una actuación como Pepito Grillo con la que estaba justificada su presencia en la semifinal, pero esta agrupación no ha llegado a la segunda fase con más energía o con sorpresas. A pesar de todo cumplieron, pero el público se quedó muy frío. Quizá en exceso.

Las Polichinelas han tenido la mala suerte de llegar justas a una semifinal de mucho nivel. Tuvieron buenos pasodobles, pero no mejores que el que le escribieron al Santa Teresa en preliminares. Repitieron un cuplé y le dedicaron el otro al error en la pantalla cuando se clasificaron. Fue ingenioso.

Sus voces resultaron más conjuntadas. Siempre han tenido buen nivel, pero se notó más calma que en la primera fase. Sigue fallando su popurrí con mucha letra al Pepito Grillo borrachos cuando ese personaje daba más juego.

La noche la cerraron Los 3 W defendiendo bien su propuesta de madres antiguas contra nuevas y mantienen las opciones abiertas. Muchos les meten en el podio final. Los pasodobles y los cuplés, sin embargo, tuvieron menos potencia que en preliminares.

Lo único que cojea de su actuación es parte de sus personajes. Más que antiguas contra nuevas parecen madres buenas contra malas. Por supuesto que antes la maternidad era distinta pero en la actualidad las madres apuntan a sus hijos a muchas actividades, se obsesionan con las modas, son controladoras, etc. El tema daba más juego.

Sin embargo Los 3 W tiene un gran talento para defender sus actuaciones, para darles energía y meterse al público en el bolsillo. Su público los adora y, de hecho, es el que más grita del concurso. Esta murga oliventina repetirá, salvo sorpresa.