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Equilibrio entre función y forma

Casa-Estudio | José Carlos Salcedo

Arquitectura de HOY | Una selección de Francisco Hipólito

Equilibrio entre función y forma

La Casa Estudio proyectada en una urbanización de Cáceres por el arquitecto José Carlos Salcedo destaca por su arquitectura depurada y expresiva

Irene Toribio

Domingo, 8 de diciembre 2024, 07:59

Con motivo de la convocatoria de los Premios de Arquitectura Española 2009, la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura decidió proponer la obra Casa Estudio en Cáceres, del arquitecto José Carlos Salcedo, que previamente había sido finalista en los Premios de Arquitectura COADE 2007-08.

Se trata de un edificio diseñado como vivienda y estudio para una diseñadora. La propuesta, que destaca por su cuidadoso estudio funcional, genera espacios interiores amplios y multifuncionales. Una organización a la que se suma una forma arquitectónica expresiva y depurada, resultado de la interacción entre sus funciones y la condición del emplazamiento como mirador.

La resolución técnica incluye soluciones innovadoras, como un cerramiento de malla de acero con relleno de piedra caliza local, que proporciona una protección efectiva contra el soleamiento característico de la zona.

Un edificio sencillo que conjuga las bases del racionalismo (función, forma y construcción), realizado con medios técnicos convencionales y con un presupuesto bajo.

La distribución del edificio surge en torno al salón principal, ubicado en la planta baja. Este espacio de doble altura funciona como un núcleo articulador que se concibe al estilo de un 'loft', alrededor del cual las estancias fluyen de manera continua, con recorridos interconectados que se definen a través de la luz, los desniveles en techos y cubiertas, y las divisiones estratégicamente proyectadas.

Las estancias principales, como la zona de trabajo, dormitorios, cocina y sala de lectura, se proyectan hacia el exterior mediante grandes puertas articuladas, creando un diálogo entre los espacios interiores y exteriores. Se logra, con esto, un equilibrio espacial y una conexión fluida con el entorno.

El esquema conceptual se organiza en torno a una planta en forma de 'L', diseñada para abrirse hacia el exterior, donde cada espacio principal disfruta de su propio acceso visual o físico más allá del cristal.

Formalmente, la edificación se compone de dos prismas rectangulares con materiales diferenciados: uno revestido en piedra y el otro en un acabado blanco, destacando la dualidad y el contraste de texturas.

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