Casa Herrada | Emilio Fernández

ARQUITECTURA DE HOY | Una selección de Francisco Hipólito
Una casa encina con criterios medioambientales

La casa Herrada representa el equilibrio perfecto entre el lujo y la sostenibilidad

Irene Toribio

Domingo, 7 de abril 2024

La periferia pacense acoge este fino proyecto cuya superficie se aproxima a los 250 metros cuadrados. Situada en una parcela de 5.000 metros y concebida con el fin de integrarse de forma armoniosa en el entorno natural. Esta vivienda de una sola planta se erige como un lugar de serenidad y elegancia.

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Cada detalle de su diseño ha sido cuidadosamente estudiado y pensado para ofrecer un oasis de comodidad que se integra con el paisaje. El proyecto constituye una auténtica experiencia sensorial donde la arquitectura se fusiona con la belleza natural. Existe un juego volumétrico gracias a los materiales utilizados. Las crujías perpendiculares zonifican los usos gracias a los materiales utilizados: crujías perpendiculares separan usos y privatizan la zona interior, respetando el arbolado existente.

La casa se integra perfectamente en su entorno, con un cerramiento cinegético adornado con arbustos autóctonos y goteo procedente de aljibe de pluviales. Cada elemento, desde la estructura hasta los detalles paisajísticos, se combina para crear un santuario de belleza y funcionalidad. La cámara de aire se excava, evitando generar barreras arquitectónicas, pero se registra, para permitir el mantenimiento de las instalaciones y la ventilación.

Al adentrarse en la vivienda, totalmente accesible a excepción del estudio situado en una planta superior en busca de las increíbles vistas sobre la propia parcela y el resto del paisaje, destaca la funcionalidad y la estética refinada.

La atención al detalle se extiende incluso a los sistemas y las instalaciones de la casa. En un esfuerzo por alcanzar los deseados estándares de eficiencia energética, han conseguido cuadriplicarse gracias a la implantación de tecnologías de vanguardia. La carpintería con rotura de puente térmico (RPT) y el doble acristalamiento de alta reflexión y baja emisividad garantizan un ambiente interior confortable y sostenible.

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Desde la fontanería de polipropileno hasta la calefacción mediante radiadores de polietileno alimentados por colectores de energía solar y una caldera de biomasa, todo ha sido concebido para minimizar el impacto ambiental sin sacrificar el confort. Además, se ha previsto la posibilidad de una futura migración hacia la energía fotovoltaica, dejando prevista una chimenea, que comunica cubierta con cuarto de máquinas. La evacuación se produce en dos circuitos, reutilizando las aguas grises para el riego; toda ella colgada bajo el forjado antihumedad que es registrable en tres puntos, permitiendo a su vez su ventilación.

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