Borrar
Un colegio que reposa sobre el valle

Miguel Ángel Antón | Colegio Público de Benquerencia

Arquitectura de Hoy | Una selección de Francisco Hipólito
Un colegio que reposa sobre el valle

El Colegio de Benquerencia de la Serena, diseñado por Miguel Ángel Antón, disfruta de una situación privilegiada con el valle a sus pies

Irene Toribio

Jueves, 13 de junio 2024, 11:25

Como si de un objeto cuidadosamente posado en la ladera se tratase, el Colegio Público de Benquerencia de la Serena disfruta de una ubicación privilegiada que domina el valle.

Enclavado en mitad de la pequeña sierra de la localidad, en el extremo oriental de la comarca de la Serena, el colegio, diseñado por el arquitecto Miguel Ángel Antón, es un ejemplo notable de cómo la arquitectura puede integrar funcionalidad y estética de manera única.

La implantación del colegio en la pendiente pronunciada de la ladera no fue una tarea sencilla. Requirió un detallado estudio topográfico para asegurar que la funcionalidad, seguridad y economía de la construcción coexistan sin fricciones. «Hemos pretendido la unicidad y compacidad en la intervención, la lectura sencilla y rápida de una implantación que, en la pequeña escala, necesita de un concienzudo estudio topográfico para que coexistan sin fricciones la funcionalidad, la seguridad y la optimización económica de una construcción en un terreno de pendientes muy acusadas», explica el propio arquitecto.

Su posición dominante en la ladera no solo ofrece vistas espectaculares, sino que también proporciona condiciones óptimas para aprovechar el sol. La orientación sur de las aulas garantiza que estén bañadas por la luz solar en invierno, mientras que en los meses más calurosos, los tamices metálicos instalados protegen del sol.

El terreno del colegio se divide en dos plataformas horizontales mediante operaciones compensadas de desmontes y rellenos, creando espacios distintos para diferentes actividades. La plataforma inferior alberga un porche y un patio de recreo para los niños del segundo ciclo, mientras que la plataforma superior contiene el edificio principal y un patio más recogido para los más pequeños.

Entre las necesidades del programa se encontraban un aula de enseñanza infantil y dos aulas de primaria, además de un aula de desdoble, despacho, aseos y demás dependencias auxiliares.

Además, el programa planteaba una dificultad «topográfica» adicional: el porche que surgiese debajo del edificio debía tener la máxima altura posible para facilitar actuaciones en las fiestas de la localidad.

La iluminación también ha sido un factor clave en el diseño. Grandes ventanales al sur y amplios huecos al norte garantizan una iluminación uniforme, ideal para el trabajo y la concentración en el aula. Los cerramientos de acero galvanizado y los revestimientos blancos continúan esta atención al detalle, creando una imagen unitaria y distintiva para todo el colegio.

El resultado ha sido un auténtico refugio para el aprendizaje en plena naturaleza.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Un colegio que reposa sobre el valle