Antonio L. Sánchez | CEIP Virgen de Botoa

Arquitectura de Hoy | Una selección de Francisco Hipólito

Un ejemplo de sostenibilidad para formar a las futuras generaciones

Junto al centro comercial 'La Plaza' de Badajoz, en plena avenida de Antonio Cuéllar Gragera, se levanta un proyecto arquitectónico que redefine la relación entre forma, función y entorno.

El solar, con su particular factor de forma y topografía, ha sido el lienzo sobre el que se determina la implantación de un edificio en el que dos volúmenes diferenciados, pero unidos por un propósito común, se entrelazan creando un espacio único y acogedor. Un amplio patio interior, que actúa como hilo conductor, discurre paralelo a las fachadas.

Al acercarse desde la parte inferior de la parcela, la vista se encuentra con una fachada urbana, sólida y unitaria, que dialoga con la calle. Esta fachada, resultado de la convergencia de los dos volúmenes, se conecta con la losa del vestíbulo de acceso.

El edificio principal se desarrolla de manera lineal, albergando la zona administrativa y la sala de usos múltiples del edificio. Paralelamente a este programa de Primaria, el bloque dedicado a la Educación Infantil encuentra su lugar, creando un equilibrio perfecto entre ambos niveles educativos. De esta forma, el amplio patio se entreteje entre dos estructuras que configuran dichos edificios.

La orientación de espacios hacia el sur no es una mera cuestión de diseño, es una declaración de intenciones en términos de sostenibilidad, por considerarla favorable bioclimáticamente. El aprovechamiento óptimo de la luz solar se combina con estrategias de diseño solar pasivo, como el uso de lamas orientables, para garantizar un ambiente interior saludable y energéticamente eficiente.

Se refuerza el carácter sostenible de la edificación con la cubierta ajardinada de la sección infantil, que contribuye a visualizar este espacio ajardinado desde el exterior, generando un espacio visual y térmico muy agradable de cara al patio infantil que se genera entre las dos piezas.

El fondo medianero a las viviendas permanece lo más alejado posible de la edificación y se superpone un plano vegetal a base de arbolado de fronda que sirva de protección tanto visual como solar a las viviendas y al patio de juegos.