Las primeras exposiciones de Joaquín Sorolla y Bastida en Estados Unidos, en 1909 y 1911, fueron un éxito clamoroso. El genio valenciano (1863-1923) sedujo a los exigentes coleccionistas norteamericanos y vendió casi todo lo expuesto. Hoy hay en Estados Unidos unas 60 obras de ... Sorolla en grandes colecciones privadas. De ellas, casi una treintena se exponen en la muestra 'Luz de España' que desde este domingo y hasta el 7 de enero acoge el Museo Meadows de Dallas. Unas obras con las que el esplendor y la mágica luz del pintor valenciano deslumbra de nuevo en la América que se rifó sus obras hace más de un siglo.
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Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista y toda una autoridad en su obra, es la comisaria de la exposición. Ha reunido unas piezas 'ocultas' durante décadas y que en algún caso se ven en público por primera vez del artista español más apreciado y coleccionado en Estados Unidos después de Picasso. Se calcula que hay en total unos 150 'sorollas' en EEUU, sumadas las que están en manos privadas al centenar que atesora La Hispanic Society de Nueva York.
«Sorolla quedó encantado por la luz de Nueva York. Para él era como la de Madrid y se sentía en casa. Llegó en un momento de enorme pujanza de la ciudad y le maravilló su progreso y el trato a las mujeres. 'Tanto monta, monta tanto', decía entusiasmado ante lo que vivió», rememora su bisnieta en las salas del fabuloso museo tejano dedicado al arte español.
Lo creó a mediados del siglo XX Algur. H. Meadows, magnate petrolero enamorado de nuestro arte que cedió su legado y dinero para construir el edificio que lo alberga en el campus de la Universidad Metodista del Sur que hoy lo gestiona. Es un elegante edificio neoclásico alzado en la zona más noble de Dallas, rodeado de las fabulosas mansiones de una ciudad que cuenta por cientos los milmillonarios y que ha hecho de su centro un santuario cultural, con museos, auditorios y escuelas de arte firmados por Norman Foster, Ieoh Ming Pei o Rem Koolhaas. Los españoles Fuensanta Nieto y Gonzalo Sobejano, del estudio Nieto Sobejano, se encargarán de la ampliación del Museo de Arte de Dallas (DMA).
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De las 29 pinturas que exhibe el Meadows en Dallas, 24 son de colecciones particulares y cuatro de la colección del museo. La muestra se abre con el temprano 'Desnudo femenino de espaldas' (h. 1886), pintada en Roma cuando Sorolla tenía 23 años, y se cierra con 'Detalle del jardín de la Casa Sorolla', de 1918, dos años antes de sufrir el ictus que le apartó de la pintura hasta su muerte.
El deslumbrante 'Desnudo femenino' de 1902, cedido desde hace varios años al Meadows, podría brillar en el Prado junto a las 'majas' de Goya o en la National Gallery de Londres junto a la 'Venus del espejo' de Velázquez. Es una de las estrellas de la exposición junto a 'El bote blanco', de 1905, propiedad de la mecenas y coleccionista Cristina Heeren. Cristina H. Noble de casada, es dueña también del primer retrato de Alfonso XIII, con solo 16 años, otro hito de la muestra, como los paisajes de Valencia, Castilla, Galicia y Andalucía, y las obras marinas, las más conocidas y valoradas, con cinco escenas de playa. El préstamo más generoso de la muestra es el de a familia Fanjul Gómez-Mena, que inició en Cuba un colección que confiscó el régimen castrista. También se exhibe por primera vez 'Elenita vestida de Menina' , un retrato de la hija pequeña de Sorolla comprado en 2020 por otro coleccionista.
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«Son obras de enorme calidad, diversidad e importancia que conforman una exposición brillante y completa», resume Blanca Pons esta muestra que es un eslabón más, y casi el brillante epílogo del 'Año Sorolla' que en el centenario de la muerte del pintor ha generado casi 30 exposiciones en todo el mundo, dos de ellas en EE UU, y ha reavivado el interés por la obra del genio valenciano. «En Europa, en España y América hay nuevos coleccionistas de la obra de Sorolla», destaca su bisnieta recordando la reciente adquisición de cinco lienzos por un coleccionista americano.
«Ofrecemos una mirada única al trabajo de Sorolla atesorado en colecciones privadas estadounidenses. Gracias a la generosidad de estos mecenas, se puede apreciar el talento cautivador del artista como pintor de la luz», se felicita Amanda W. Dotseth, actual directora del Meadows, y sucesora del malogrado Marc Roglán, fallecido en 2021 y que ideó esta muestra 'Luz de España' con la que ahora se rinde homenaje a su memoria.
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El talento de Sorolla se apreció pronto en América. En 1893 triunfaba en la Exposición Mundial Colombina con '¡Otra Margarita!', cuadro que vendió por 1.800 dólares, una pequeña fortuna en la época. A partir de 1906 triunfó en París, Berlín, Dusseldorf, Colonia y Londres, donde Archer M. Huntington descubrió su talento en 1908, para presentar en 1909 sus obras en la Hispanic Society de Nueva York. Más de 160.000 personas visitaron en un mes la muestra que viajaría a Búfalo y Boston. Se vendieron 201 obras de sus temas más populares y recibió muchos encargos, incluido el retrato del presidente William Howard Taft. Dos años después exponía en Chicago y San Luis y retrataba a la alta sociedad americana. Su popularidad se ha mantenido hasta hoy, como confirman las recientes adquisiciones de varias obras entre los tres y los cinco millones de euros. Además de Huntington el otro gran coleccionista estadounidense de Sorolla fue Thomas Fortune Ryan, que atesoró casi 30 obras del genio valenciano.
«Se éxito se debió a su magistral representación de la luz y a la felicidad que transmitían sus obras, la misma que le embargaba mientras las pintaba. El entusiasmo y la pasión por lo que hacía y su amor a su país es lo que apreció y aprecia hoy el público americano al adquirir sus cuadros», asegura Blanca Pons-Sorolla en el centenario del 'pintor de la luz'.
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«Sus obras irradian la misma luz que existía en el momento de creadas, esa luz solar generadora de vida, belleza, alegría y bienestar, que son en buena parte responsables del optimismo que transmiten sus creaciones», agrega la comisaria. El propio Sorolla lo manifestaba en 1912 a la neoyorquina revista 'Art and Progress': «La luz es la vida de todo lo que toca…'La lumière c'est la vie', por tanto, cuanta más luz en las pinturas más vida, más verdad y más belleza».
Recuerda que su bisabuelo «fue lo que quiso 'pintor y nada más que pintor', según sus propias palabras». «Su pintura y su familia, fueron la razón de su vida. Se entregó con la pasión del enamorado en cada obra que pintó. Clotilde, su mujer, con quien mantuvo una intensa relación amorosa durante toda su vida, como podemos ver a través del epistolario entre ambos, se quejaba en una de esas cartas de su eterna «rival», la pintura, al tiempo que deseaba que no perdiera nunca esa ilusión por pintar que para él era «el todo en este mundo».
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El empresario, filántropo y magnate Algur H. Meadows (1899-1978) donó en 1962 su fabulosa colección de pintura y arte español y los fondos para la puesta en marcha de un museo a la Universidad Metodista del Sur (SMU por su siglas en inglés). Su apertura en 1965 fue el primer paso para cumplir su sueño de crear «un pequeño Prado para Texas: el Prado de la pradera», (meadows significa pradera).
Su pasión por el arte español había nacido en Madrid en los años cincuenta. En una crisis de producción petrolera en Texas, Meadows pidió a Franco permiso para explorar yacimientos en España y en sus colonias africanas. En Madrid se hospedaba en el Ritz con su esposa Virginia y visitaba con asiduidad el vecino Prado, museo que quiso recrear a escala en su tierra.'Vista de las Pedrizas desde el Pardo', de 1907, fue el primer Sorolla comprado por Meadows, y la única obra del genio valenciano en el museo hasta que 2003 se compró 'El ciego de Toledo'. El resto de 'sorollas' llegaron a Dallas mediante donaciones.
Una enorme escultura móvil de Santiago Calatrava y un gran rostro femenino de trama metálica de Jaume Plensa reciben al visitante de una colección que va del siglo X al XXI. Incluye objetos medievales, esculturas renacentistas o barrocas y obras maestras del Siglo de Oro.Piezas del Greco, Velázquez –tres–, Murillo –seis–, Ribera o Goya –cinco–. De maestros modernos como Fortuny, Zuloaga, Rusiñol, Picasso, Miró, Dalí, Gris, María Blanchard, Esteban Vicente. José Guerrero y de contemporáneos como Barceló o Secundino Hernández.
Con 1.300 piezas,el Meadows atesora una de las colecciones de arte español más extensas y completas fuera de España y recibe unas 25.000 visitas al año, lejos aún de las 50.000 de antes de la pandemia.
La de ahora no es la más extensa muestra de Sorolla montada en el Meadows, que entre 2013 y 2014 acogió la extensa 'Sorolla y América', que se vio también en la Fundación Mapfre de Madrid y sacó a la luz varias piezas inéditas del pintor valenciano.
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