Robe hace las delicias de sus seguidores en el adelanto de su próximo disco

«¡Saludos desde la cueva! Aquí tenéis 'Nada que perder', un adelanto de lo que será nuestro próximo disco», decía el músico placentino antes de invitar a escuchar y/o ver la nueva canción que ha escrito y compuesto al abrigo de Los Robe, como se conoce oficiosamente a su banda extremeña: Alber Fuentes, Lorenzo González, Woody Amores, Carlitos Pérez, David Lerman y Álvaro Rodríguez Barroso.

La expectación ya era máxima antes de las 12 de la noche (unos pocos afortunados pudieron escuchar el tema un par de horas antes a través del servicio premium de Spotify), pero, al conocer que también se estrenaba el vídeo de la canción, el interés se desarboló por completo en las redes sociales.

En poco más de veinte minutos, Robe se convirtió en Trending Topic en Twitter (ahora X) y se alcanzaron 10.000 reproducciones en YouTube en la primera hora, desde las 12 de la noche a la 1 de la mañana. La respuesta de los seguidores fue enormemente satisfactoria y algunos la calificaron como «clásico instantáneo» a una canción que apela a la emoción y al corazón a través de un rock vertiginoso en el que ya es muy reconocible la firma de Los Robe.

«La emoción es inmensa cada vez que Robe lanza una canción», «La nueva canción de Robe es fantasía pura», «El genio por antonomasia del rock y, me atrevería a decir, de la música española, lo ha vuelto a hacer» o «El tema nuevo de Robe me ha dejado como arrollado por un tren, qué barbaridad más maravillosa» son algunos de los mensajes publicados por sus fans tras las primeras escuchas.

El vídeo de 'Nada que perder', al igual que sucedió en 'Mierda de filosofía' (2021) e 'Ininteligible' (2022), está dirigido por Diego Latorre, habitual en el universo artístico y visual de Robe. Se trata de un videoclip de 6 minutos y medio, ambientado en un local de ensayo, que gira del estricto blanco y negro a los colores más desbordantes a medida que avanza la canción.

En cuanto a la letra, Robe vuelve a posar la vista en el pasado y en la época donde empezó a gestarse la leyenda de Extremoduro, con sus aciertos y sus errores, con sus tropiezos y sus adicciones, siempre con el amor como motor de su trayectoria vital. Es un tema donde Robe se presenta humano, mortal y falible, y donde reivindica, como ha hecho en los últimos años, la necesidad de recorrer el camino de las utopías y dar la cara en batallas perdidas de antemano. «Buscaré imposibles que lograr, que no me importa fracasar y volver a intentarlo», canta el músico de Plasencia.