¿Qué ha pasado hoy, 28 de febrero, en Extremadura?
Ayer por la tarde triunfó en Nimes al aprovechar la nobleza de sus dos toros para cortarle una oreja a cada uno de ellos

Perera continúa en estado de gracia y corta dos orejas en Nimes

Su buen hacer en el coso romano francés le permitisó salir en hombros por la puerta de cuadrillas

ANDRÉ VIARD

Sábado, 7 de junio 2014, 09:21

El diestro extremeño Miguel Ángel Perera continúa en estado de gracia, y tras su doble triunfo en la Feria de San Isidro de Madrid, ayer volvió a sellar otro en el coliseo romano de la ciudad francesa de Nimes al aprovechar la nobleza de sus dos toros para cortarle una oreja a cada uno de ellos.

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FICHA DEL FESTEJO

  • uToros.

  • Toros de Victoriano del Río y de Cortés, bajos de raza en conjunto. Lo tres primeros, noblotes pero sin celo; el cuarto, andarin e incierto; el quinto, noblon y flojito; y el sexto, violento y sin emplearse.

  • uToreros.

  • Manuel Jesús 'El Cid', ovación y silencio. Miguel Ángel Perera, oreja tras aviso y oreja tras aviso. Daniel Luque, silencio y silencio. En cuadrillas, Curro Robles y José Luis Neiro saludaron tras banderillear al tercero, y Joselito Gutiérrez hizo lo propio en el quinto.

  • uPlaza.

  • Media entrada.

Sin el empeño de Perera en refrendar su nuevo estatus de líder máximo del toreo, la tarde de Nimes hubiera caído en el sopor, por culpa de los toros de Victoriano del Río.

Pero esa técnica soberana que permite atemperar a las embestidas más violentas, permite también animar a las más enclenques. Ese fue el gran mérito de Miguel Ángel Perera ayer, tanto con el capote (con su segundo) como con la muleta.

El diestro extremeño empezó la faena al bravo segundo con dos cambiados en el centro, antes de reducir progresivamente las distancias y acabar entre pitones. Mató bien y corto su primera oreja.

El quinto le permitió hacer gala con el capote de la amplitud de su repertorio, y, otra vez, a base de temple y oficio, apuró la nobleza sin aburrir al animal, antes de meterse otra vez entre pitones para un final encimista. Mató bien otra vez y cortó su segundo trofeo que le permitió salir en hombros por la puerta de cuadrillas.

No se le puede negar a Daniel Luque su afán de confirmar el buen momento que evidenció la víspera en Madrid, donde salió en hombros, pero no tuvo material. Su primero duró muy poco y su segundo un pelín más, sin llegar a tener opciones de faena honda. Anduvo firme y hábil frente a los dos.

El Cid, desconfiado, no tuvo su día.

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