![Puerta grande para José Rojo y Alejandro Mora en su presentación en Plasencia](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/noticias/201606/11/media/99323824.jpg)
![Puerta grande para José Rojo y Alejandro Mora en su presentación en Plasencia](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/noticias/201606/11/media/99323824.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Pepe Orantos
Sábado, 11 de junio 2016, 08:17
Regresaban las novilladas sin caballos a la plaza de Plasencia entre la expectación de ver debutar en el coso de Las Golondrinas a tres toreros de la provincia, curtidos en festivales bolsines y festejos de localidades menores y con toda la carrera por delante para demostrar si pueden llegar a ser alguien en el mundo del toro. Enfrente se encontraron un encierro de Carmen Valiente, propiedad del empresario de la plaza, Alberto Manuel, bien presentado y noble pero con el juego y las fuerzas justas.
Ante primero de la tarde, poco pudo hacer Jairo Pavón, que trató de probar las embestidas del animal por ambos pitones sin conseguir que el astado entregara siquiera una de ellas con la calidad suficiente para cuajar una sola tanda.
Ni el arrimón final ni los adornos consiguientes lograron que dos pinchazos, una estocada tendida y tres descabellos sirvieran para algo más que para cosechar una ovación del público.
Al segundo de la tarde lo recibió José Rojo a portagayola, que continuó con un brillante saludo por verónicas al que Alejandro Mora contestó con un quite por chicuelinas.
Anduvo bien el de Trujillo en la cara del toro con la muleta al comenzar con la franela con sendos pases cambiados por la espalda y condujo bien a su enemigo durante toda la faena, que culminó con una serie de manoletinas de rodillas. Un pinchazo hondo, un simulacro de estocada y un buen espadazo final le sirvieron para cortar una oreja. Tuvo que pasar por la enfermería al lastimarse la mano derecha al entrar a matar.
Momento esperado
La presentación de Alejandro Mora era la más esperada por el público, que ayer completó un cuarto largo de los tendidos de la plaza de Plasencia y no defraudó el placentino a sus paisanos al desplegar un indudable buen gusto y torería en todas y cada una de las acciones que desarrolló ante sus contrincantes.
Sólo las escasas fuerzas de su primer novillo nos privaron de ver un mayor lucimiento del sobrino de Juan Mora, Alejandro, a quien vimos torear andando en la cara del toro como si de un veterano se tratase. Cerró la faena a su primer astado con una serie de ayudados por alto antes de entrar a matarlo, algo que le costó dos pinchazos y una estocada entera que le reportaron un saludo desde el tercio.
Al cuarto de la tarde, quizás el mejor ejemplar del encierro de Carmen Valiente, se enfrentó Jairo Pavón con la intención de que no se le escapara el triunfo, pero equivocó el camino. A pesar de lograr algunos muletazos de mérito, la sensación general en los tendidos es que no aprovechó gran parte del potencial del animal. El de Rosalejo confundió el hecho de que el novillo repetía una y otra vez con la idea de que estaba cuajando una faena y osó pedir el indulto del animal en un gesto tan poco torero y de tan mal gusto que sin duda le sonrojará cuando vea el vídeo. Al final, tras una estocada y varios descabellos, recibió una oreja pese a su osadía.
En el quinto corrió turno por la lesión de José Rojo y Alejandro Mora volvió a demostrar que era el más cuajado de la terna al tratar de ligar una faena a un ejemplar de Carmen Valiente que demostró la misma falta de fuerzas de sus hermanos pero al que nunca perdió la cara. Una gran estocada le valió el premio de las dos orejas que le abrieron la puerta grande de la plaza que tantos años gestionó su abuelo.
Ante el sexto regresó José Rojo con su mano derecha vendada, que no fue óbice para que recibiera una vez más a portagayola a su oponente, tras lo que se llevó un tremendo topetazo que hizo temer lo peor en los tendidos.
Muy aplaudido fue su quite por lopecinas y muy meritoria su faena por el pitón derecho ante la imposibilidad de ligar una sola tanda por el izquierdo.
Trató de matarlo con la izquierda pero, tras varios intentos se vio obligado a tomar la espada con la derecha y dar muerte a su enemigo.
El público placentino le recompensó su actitud con dos orejas más para su esportón.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.