![Emilio de Justo indulta a un Juan Pedro en un exceso de vista presidencial en Almendralejo](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/03/23/nudista-R1sXUCpPBdl3OOUpB1buLGK-1200x840@Hoy.jpg)
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El contratiempo de la baja de Morante de la Puebla, sustituido el jueves por Alejandro Talavante, no restó ni un ápice de atractivo al festejo que, con motivo de la feria del vino y la aceituna, congregó en el coso de la Piedad a ... un nutrido número de aficionados atraídos por el excelente cartel que, encabezado por el sustituto pacense, era completado por Emilio de Justo y Juan Ortega. Los tres espadas estaban citados con seis ejemplares de Juan Pedro Domecq que deberían servir de aperitivo a la exigente temporada que todos ellos tienen por delante. Talavante venía de ser el triunfador de la feria de Olivenza, Emilio de Justo de marcar su territorio en la reapertura de Navalmoral y Juan Ortega de parar el tiempo con el capote en Valencia.
Abrió plaza un precioso castaño de Juan Pedro que correspondía en suerte Alejandro Talavante que lo recibió por verónicas rematadas con un par de ajustadas chicuelinas. Un accidentado tercio de varas dio paso a uno de banderillas en el que brillaron Javier Ambel y Manu Izquierdo. Inició Talavante su faena con unos estatuarios entre las dos rayas de picar, en los que se llegó a pasar un par de veces al toro por la espalda. Una primera tanda de derechazos con mucha cadencia dio paso a otra en la que, más atropellado, acabó por hacer sonar a la banda de la plaza. Con su zurda enguantada, el pacense trató de que su enemigo repitiera las templadas embestidas que le había ofrecido por la diestra pero la calidad de las acometidas no fue la misma. Un escueto remate de faena antecedió a un pinchazo y una estocada que bastaron para que odara el primer juanpedro.
El segundo de la tarde llevaba por nombre Volapié y fue un negro de Domecq con el que Emilio de Justo se dobló con el capote logrando a duras penas fijarlo en su percal. Lo puso de forma espléndida el de Torrejoncillo en el caballo para que recibiera un cumplido castigo. En banderillas, como su antecesor, solo recibió dos pares. Con la muleta el torrejoncillano volvió a doblarse con su enemigo en el tercio para recibir la misma respuesta, poco celo. De las rayas para adentro, el gaditano sí tomó dos espléndidas tandas de derechazos rematadas por el cacereño por sendos pases de pecho muy aplaudidos. En la tercera tanda Emilio arrancó el aplauso unánime de los tendidos antes de probar que su oponente tenía el pitón izquierdo de adorno. Un remate por manoletinas y una serie de adornos acabaron por rendir a los tendidos ante la actuación de De Justo. Una estocada hasta el puño hizo que las dos orejas del gaditano fueran directas al esportón del extremeño que de este modo se garantizó la salida por la puerta grande.
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Bellotero se llamaba el tercero de la corrida de Almendralejo y pronto daba la oportunidad a los presentes de disfrutar del capote de Juan Ortega que abrió el percal para recibir a su enemigo en el tercio con varias verónicas muy pausadas y armónicas que pronto se fueron ensuciando por la atropellada embestida del astado. Un intrascendente tercio de banderillas dio paso a un inicio de faena al hilo de las tablas en la que el sevillano fue sacando, poco a poco, al de Juan Pedro a los medios, donde pronto comprobó que este no tenía ni fuerzas ni recorrido por ninguno de sus dos pitones. Un buen espadazo bastó para que el animal doblara en dos tiempos y la presidencia concediera una incomprensible oreja.
El cuarto de la tarde tenía por nombre Pirata y correspondió en segundo turno a Alejandro Talavante que se lució en el saludo capotero antes de ponerlo al caballo para que se encelara con el peto. Se desmonteró Álvaro Montes tras dejar dos buenos pares de banderillas antes de que su maestro brindara al público la muerte del gaditano y comenzara su faena de rodillas. Pronto pidió el pacense paciencia al público por las escasas fuerzas de su oponente y asumió el empeño imposible de tratar de sacar petróleo donde solo había roca granítica. Por la izquierda, al menos, el animal no perdía las manos pero tuvo que acortar mucho las distancias Talavante para que algún muletazo llegara a los tendidos. Un desplante antecedió a un remate por bernadinas y una estocada entera que desbloquearon la oreja que le faltaba a Alejandro salir a hombros del coso de la Piedad.
El segundo del turno de Emilio de Justo, quinto de la tarde, fue bautizado en su día como Rebeca y duró cinco minutos en la plaza antes de que la presidencia lo devolviera a los corrales al evidenciar unos serios problemas de visión. Lo sustituyó Nudista, el primer sobrero, que fue saludado por el de Torrejoncillo de forma espléndida a la verónica. Tras un aseado y mutilado tercio de banderillas, el torrejoncillano brindó a sus paisanos presentes en el tendido y se puso a torear como solo lo hace en las grandes tardes. Dos tandas de profundos y ligados derechazos pusieron la plaza boca abajo de forma automática y una tercera muy templada acabó por rendir a los tendidos. El pitón izquierdo no tenía la calidad de su par e impidió que Emilio ampliara su lucimiento. Sin embargo, el regreso a la diestra volvió a encandilar al público, que llegó incluso a pedir su indulto con tanta fuerza que la presidencia no se pudo resistir. Un poquito de teatro de De Justo y un escaso rigor del presidente contribuyeron a un nuevo esperpento para la fiesta brava.
El que cerraba plaza fue nombrado como Sumiso y correspondió en turno a Juan Ortega que lo recibió y quitó con varias verónicas marca de la casa. Un tercio de banderillas intrascendente y nuevamente mutilado antecedió a un inicio de faena al hilo de las tablas en el que el sevillano se dobló con una intención muy torera con su enemigo. Uno a uno fue arrancando Ortega los derechazos al de Juan Pedro hasta recibir el reconocimiento de los tendidos. Por la izquierda la calidad de la embestida del astado tampoco mejoró y Juan bastante hizo con hacerle pasar en varias ocasiones por la franela. Volvió a doblarse para rematar la faena antes de tomar el acero y disponerse a entrar a matar. Un pinchazo y una estocada fulminante acabaron con la vida del último de los juanpedros y sumaron una oreja más al marcador del de Sevilla.
Ficha del festejo
Toros Seis ejemplares de la ganadería de Juan Pedro Domecq (el quinto fue devuelto por problemas de visión). Muy justitos de presentación, noblotes pero sin fuerzas, clase ni raza. A todos enmendó el pitón derecho del sobrero 'Nudista' al que indultó Emilio De Justo.
Toreros Alejandro Talavante: oreja y oreja; Emilio de Justo: dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos; Juan Ortega: oreja y oreja
Plaza Coso de la Piedad de Almendralejo. Corrida extraordinaria con motivo de la feria del vino y la aceituna. Casi lleno en tarde nublada, algo ventosa y de temperatura primaveral.
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