![Firmeza del extremeño Ginés Marín, preparado para afrontar nuevos retos](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/noticias/201603/06/media/95578667.jpg)
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Estefanía Zarallo
Domingo, 6 de marzo 2016, 08:17
El 9 de marzo de 2014, Ginés Marín debutó con picadores en la plaza de toros de Olivenza. En aquel festejo matinal, el joven se llevó cuatro orejas y en la crónica que publicó HOY esa jornada destacaron dos palabras para definir sus faenas: firmeza y seguridad.
uNovillos. Seis novillos de la ganadería de Talavante, bien presentados y de mal juego, en líneas generales. Fueron pitados al arrastre el segundo y el quinto, del lote de João Silva 'Juanito'.
Novilleros.
Ginés Marín (de rosa palo y oro), oreja y dos orejas. João Silva 'Juanito' (de purísima y oro), ovación con saludos y ovación con saludos. Alfonso Cadaval (de plomo y oro) ovación con saludos tras aviso y oreja. (Los dos últimos debutaban con picadores).
uCuadrillas. En el primer novillo, se desmonteraron los toreros de plata Javier Ambel y Manuel Izquierdo tras un buen tercio de banderillas. En el segundo, hizo lo propio el portugués João Diogo. En el cuarto, recogieron la ovación montera en mano nuevamente Manuel Izquierdo y Jesús Díez Larios 'El Fini'.
uPlaza. Tres cuartos de plaza en mañana agradable aunque fría. El público ovacionó a los novilleros antes de la lidia, que salieron a saludar.
Dos años más tarde, y cuando se encuentra a pocos meses de tomar la alternativa -será en mayo, en la Feria de Pentecostés de la ciudad francesa de Nimes- esos conceptos no solo permanecen sino que se han multiplicado hasta conseguir que haya hasta quien lo compare toreando al natural con el mismísimo maestro Paco Camino.
Y, aunque dicen que las comparaciones son odiosas, Ginés Marín tiene una zurda prodigiosa, ha ganado en temple y se le nota el oficio, dejando intactas la firmeza y la seguridad que ya demostró dos temporadas atrás. Ayer en Olivenza, tras pasear tres apéndices y salir a hombros por la puerta grande jaleado por sus paisanos, dejó claro que está llamando con fuerzas a las puertas del escalafón de matadores de toros.
Si la cara del festejo fue la satisfacción de ver a un Ginés Marín cuajado, la cruz fue la mala suerte que acompañó a João Silva 'Juanito', alumno de la Escuela Taurina de Badajoz, que hizo su presentación con picadores. Suyo fue el peor lote de la novillada matinal y prácticamente los aficionados se fueron sin poder verle torear, pues sus oponentes no le dejaron.
Esos dos ejemplares, pitados al arrastre, fueron mansos de solemnidad y nada más iniciar sus faenas de muleta, y como si fuesen dos clones, ambos se rajaron y se dedicaron a defenderse desde las tablas dejando al joven portugués con la desazón de no haber podido sacarle más partido a su primer festejo con los del castoreño.
También se presentó con picadores el sevillano Alfonso Cadaval, al que le pudieron los nervios en el primero de su lote pero que supo y pudo templarse dejando el aroma del toreo clásico en los tendidos en su segundo astado, en una faena bien medida en tiempo y forma que fue premiada con un apéndice.
Arrancó la matinal Ginés Marín de rodillas, recibiendo a su primer oponente, 'Trabajado', con verónicas con mucho aplomo y dejando muestras claras de su voluntad. Recibió ese novillo un buen puyazo de Agustín Navarro, destacando también en el tercio de banderillas Javier Ambel y Manuel Izquierdo, que se desmonteraron para recoger la ovación del respetable.
El novillero de Olivenza brindó al ganadero Cipriano Píriz, que se encontraba en el callejón, y en sus palabras probablemente el recuerdo y el cariño a su hermano Bernardino, recientemente fallecido. La familia Píriz siempre ha abierto las puertas de su casa a los toreros y por eso no es de extrañar que por la tarde, también recibiese el brindis de Alejandro Talavante.
Con gusto y clase inició la faena Ginés Marín con ayudados por alto con mucho empaque, siempre llevando muy encelado al animal en los engaños. El novillo se dejaba, aunque justo de fuerzas, metía bien la cara y lo hacía con clase. El novillero lo entendió muy bien desde el inicio y cuajó una gran faena.
Al natural
Destacó al natural, toreando muy despacio y bajándole la mano, rematando las tandas con torería por abajo. Aunque el aire molestó un poco en la faena de muleta, la ejecutó con mucha firmeza y terminó acortando distancias y encajándose entre los pitones en labor de exposición.
Conectó mucho con los tendidos en este arrimón final y dejó claro que está en un momento cumbre. El epílogo lo puso por bernardinas y tras una gran estocada entera, en el denominado 'rincón de Ordóñez', paseó la primera oreja.
El segundo de su lote, cuarto del festejo, fue más complicado. Se quedaba corto en las embestidas, derrotaba en los pases y se negó a embestir. Sin embargo, tiró de oficio Ginés Marín y lo sometió desde los primeros compases de la faena.
Antes de eso, dejó unas cadenciosas chicuelinas en un quite tras cobrar el astado la puya de su padre, el picador Guillermo Marín. Tras buenos pares de banderillas, se desmonteraron Manuel Izquierdo y Jesús Díez Larios 'El Fini'. Gran cuadrilla la del novillero oliventino, que completaba Javier Ambel, que destacó también con los garapullos y en la brega.
Brindó al público y comenzó la faena de muleta de rodillas, aunque pronto se dio cuenta de que las características del animal pedían otra cosa y le administró tiempo y temple sometiéndole mucho y de nuevo. Firmó los mejores naturales del festejo. Protestón y brusco hasta el final, el novillo terminó en tablas y el novillero le ganó la partida finalizando su labor con una estocada entera que hizo al astado de Talavante rodar sin puntilla.
Se llevó dos orejas y se aseguró la puerta grande en la que fue su despedida como novillero con picadores en su pueblo, Olivenza, el mismo que lo vio debutar hace dos años y que lo ha visto crecer hasta convertirse en una promesa del toreo.
De la Escuela Taurina
Tras el debut del viernes de David Bolsico, en esta ocasión, se presentaba con los del castoreño João Silva 'Juanito', alumno de la Escuela Taurina de Badajoz, natural de Monforte (Portugal) pero afincado en Villanueva del Fresno.
Mostró sus ganas de triunfar recibiendo a su primero con una larga cambiada de rodillas en el tercio y lo llevó hasta el centro del ruedo a la verónica. Remató con una revolera un quite por saltilleras y gaoneras.
En el tercio de banderillas destacó especialmente João Diogo, al que el público ovacionó, y que recogió montera en mano, tras dos buenos pares. 'Juanito' brindó a los que han sido sus maestros, los matadores de toros Luis Reina y Luis Reinoso 'El Cartujano'.
Inició la faena de muleta con el pase cambiado por la espalda y poco más pudo hacer. A la segunda tanda 'cantó la gallina' y el novillo se metió en tablas para no volver a salir. Se quedó sin toro y estuvo resuelto para pasaportarle con una estocada entera. Ovación con saludos y pitos en el arrastre para el animal.
Como un calco de ese primer novillo fue el segundo de su lote, de nombre 'Colchonero'. Lo recibió con chicuelinas y brindó al público, pero al igual que con el de su debut, el animal volvió a rajarse y no le dejó hacer nada. Un ejemplar manso de solemnidad que privó a los aficionados de disfrutar del buen toreo del novillero portugués.
Saludó una gran ovación del respetable, con la esperanza de volver a hacer el paseíllo en Olivenza y borrar la espinita de un festejo en el que nada pudo hacer.
También debutaba con picadores el sevillano Alfonso Cadaval, hijo del famoso humorista César Cadaval del dúo 'Los Morancos'. Su padre estuvo muy pendiente de su hijo desde el callejón. En el primero de su lote le pudo la presión y no destacó especialmente con el capote, a la verónica. Tras un exceso castigo en varas hizo un quite también por verónicas. Brindó a su compañero de cartel, Ginés Marín.
Ese novillo fue protestón, de embestida violenta y que apretaba por dentro en los pases. Ello le llevó a una faena precipitada en la que no terminó de cogerle el aire al animal, que le atropellaba. Se atascó con los aceros y escuchó un aviso. Ovación con saludos.
Distinta fue su labor con el que cerró plaza, de nombre 'Aguadulce', al que recibió con verónicas con mucho gusto. Le rompió tres capotes el novillo mientras lo llevaba al caballo. Brindó a sus apoderados, entre ellos el diestro de Utrera Alberto de la Peña. El toro tenía poco recorrido y estaba justo de fuerzas, pero supo aprovecharlo antes de que se rajase.
Destacó por su buen concepto del toreo clásico, ya dejando de lado los nervios y la presión del debut. Presentó al astado siempre la muleta planchada y lo toreó por ambos pitones. Lo intentó también al natural, aunque el animal se puso gazapón e incluso le dio una voltereta y desistió.
Lo mejor vino en una tanda de derechazos ligando los pases muy despacio y metiendo al astado en la faena. Con ayudados por bajo terminó su labor. Media estocada algo tendida le sirvió para cortar su primera oreja como novillero con picadores.
El festejo terminó con la salida a hombros por la puerta grande de Ginés Marín y la incorporación al escalafón de novilleros con picadores de 'Juanito' y Alfonso Cadaval. También con el mal sabor de boca de los astados de Talavante que, aunque bien presentados, no dieron el juego que se esperaba.
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