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Diego Ventura con uno de los ejemplares de Guiomar a los que cortó una oreja. pakopí
Feria de Olivenza

Triunfo de Ventura en una mañana en la que destacaron los victorinos

Antonio Ferrera y Leo Valadez cortaron un trofeo cada uno ante dos fieros ejemplares de la A coronada

Pepe Orantos

Badajoz

Domingo, 5 de marzo 2023

En la plaza de toros de Olivenza ha habido años en los que nos hemos helado de frío, nos hemos calado hasta los huesos, pero también en los que nos hemos quemado al sol de la incipiente primavera rayana. Este domingo tocó frío y lluvia. ... A falta de minutos para las doce, hora anunciada para el comienzo del festejo, los operarios de la empresa organizadora se afanaban en achicar el agua acumulada sobre la protección de plástico, durante la noche y gran parte de la mañana.

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Con 21 minutos de retraso sonaron los clarines y Diego Ventura, Antonio Ferrera y Leo Valadez irrumpieron sobre el ruedo oliventino, en aparente buen estado. Abrió plaza el rejoneador lisboeta para enfrentarse a 'Rumbito' un negro bragado de Guiomar al que banderilleó a lomos de 'Nazarí' entre el alborozo de sus seguidores en los tendidos. 'Lío' fue al caballo de la cuadra que Ventura eligió para poner dos meritorias banderillas al quiebro. A 'Guadiana' le correspondió llevar a su maestro a poner dos espectaculares banderillas cortas al violín y una tercera floreada al encuentro, además de ejecutar la suerte suprema de un certero rejón de muerte que, sin embargo, necesitó de dos descabellos que Ventura tuvo que ejecutar desde el caballo, al estar lesionado en un tobillo.

'Porteño' se llamaba el primero de los victorinos en salir a ruedo de la plaza abaluartada y correspondió el turno a Antonio Ferrera que lo recibió por verónicas en el tercio antes de llevárselo a los medios. El victorino tomó dos puyazos, el segundo de nefasta ejecución, y salió muy debilitado de su encuentro con el caballo. Buen tercio de banderillas, en el que la nueva cuadrilla del de Villafranco acabó desmonterada. El comienzo de la faena evidenció la maltrecha condición física con la que el animal había llegado hasta ese momento. Aun así el ibicenco insistió en sacar todo lo que pudo de su oponente y el público se lo agradeció. Acortó las distancias Ferrera y se llevó un par de sustos antes de entrar a matar y cobrar una fulminante estocada que hizo que el toro rodara sin puntilla y la primera oreja cayera al esportón del extremeño.

El segundo victorino, tercer toro de la tarde, se llamaba 'Patarato' y fue recibido por Leo Valadez vestido de nazareno y oro. Saludado por verónicas y bien picado en su encuentro con el del castoreño, fue quitado por chicuelinas por el mexicano, que también se encargó de banderillearlo con escaso acierto. Brindó al público el hidrocálido antes de que su oponente doblara las manos en un par de ocasiones, al primer encuentro con la muleta. Una tanda de derechazos pareció hacer remontar el vuelo de la faena pero a la segunda, el enrazado victorino, avisó al mexicano de que no se lo iba a poner fácil. Por la izquierda el animal entregaba embestidas muy cortas que impedían el lucimiento, lo que no fue óbice para que el público reconociera la entrega de Valadez. Arriesgó Leo y la 'alimaña' le advirtió que que no le iba a consentir ninguna floritura. Tres pinchazos, una estocada y un aviso impidieron que el de Aguascalientes inaugurara su marcador y tuviera que conformarse con las palmas del respetable.

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FICHA DEL FESTEJO

  • TOROS: Dos reses para rejones de María Guiomar de Moura y cuatro de Victorino Martín (de juego desigual) y un sobrero de Fermín Bohórquez (inválido) para la lidia a pie

  • TOREROS: Diego Ventura: oreja y oreja; Antonio Ferrera: oreja y palmas; Leo Valadez: palmas y oreja

  • PLAZA: Mañana fría y con lluvia intermitente que puso en riesgo la celebración del festejo. Casi tres cuartos de aforo.

El cuarto de la matinal, segundo de Guiomar para rejones, remató contra las tablas con una extraordinaria fuerza en su salida. De nombre 'Rumbito', como su hermano, recibió sendos rejones de castigo sin abrir la boca y demostrando una buena agilidad, a pesar de sus 560 kilos de báscula. 'Nómada' fue el elegido para las primeras banderillas con las que Ventura volvió a recompensar a sus fieles entre quiebros y cabriolas. 'Lío' volvió a comparecer sobre el ruedo oliventino para completar una espectacular serie de banderillas al quiebro del lisboeta afincado en la Puebla del Río. El último tercio corespondió a 'Guadiana' que condujo a su jinete a poner tres banderillas cortas al violín y dos rosas. En el encuentro con la muerte, el de Guiomar mostró mejor condición que su predecesor y Ventura dejó un metisaca y una media que bastaron para que rodara por el ruedo oliventino. El presidente concedió una oreja y el portugués se garantizó abrir la puerta grande.

El quinto de la mañana, de capa negra y corniveleto, llevaba por nombre 'Portero' y fue saludado por verónicas por Ferrera, poco antes de perder las manos en dos ocasiones y obligara a la presidencia a sacar el pañuelo, verde tras su encuentro con el caballo. El quinto bis fue el primer sobrero de Fermín Bohórquez, llamado Opuesto, con 457 kilos de peso y que fue protestado por quienes pedían otro inquilino de las Tiesas de Santa María. Saludado por verónicas en el tercio también perdió las manos en los primeros lances. Se arrancó en largo al caballo volvió a perder las manos cuando Ferrera pretendía quitarlo. Rodó por el ruedo antes de que comenzara el breve tercio de banderillas. Ferrera pidió paciencia al sector del público que le pidió que abreviara e inició su faena de muleta con la franela a media altura para tapar la falta de fuerzas de su oponente. Los esfuerzos resultaron estériles y el de Villafranco lo mató de una buena estocada para cosechar las palmas del respetable.

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El que cerró laza fue un bonito ejemplar de Victorino Martín negro, entrepelado, bragado y meano con el que Leo Valadez se fajó en el tercio por verónicas. Obligó a rectificar al varilrguero, tras un primer mal puyazo. Un intrascendente tercio de banderillas dio paso al brindis al público del mexicano que se fajó con fiero animal que reponía su cara cada vez que pasaba por la franela. Tenía mucho que torear y pidió el carné de experto en victorinos. El de Aguascalientes no le perdió la cara pero tuvo muchas dificultades para llegar a los tendidos. Un par de sustos, de los que solo saben pegar los de la A coronada, obligaron al hidrocálido a tomar precauciones y armarse con el acero para cobrar una buena estocada que fue recompensada con palmas por los tendidos.

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