La Junta crea los premios Extremadura a la Tauromaquia para dar un impulso al sector

Los galardonados han sido elegidos de entre las candidaturas presentadas por entidades locales, asociaciones y peñas, entre otras instituciones relacionadas con el mundo del toro en Extremadura para designar a los primeros premiados con este reconocimiento.

En concreto, se han elegido dos ganadores por cada una de las categorías establecidas, una a titulo individual, que han recaído en Juan Bazaga y Luis Reina, y otro colectivo, para la escuela pacense y el ayuntamiento cauriense.

En declaraciones a E. P., previas a la reunión, el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social de la Junta, Abel Bautista, ha avanzado los asuntos a tratar en esta primera sesión del Consejo de Asuntos Taurinos de esta legislatura en la que el Ejecutivo regional pretende dar un impulso al sector después de años en los que la comunidad se ha quedado «atrás».

Para ello quiere mirarse en el espejo de Madrid o Andalucía, que lo están haciendo «muy bien», ha señalado Bautista, quien ha puesto de manifiesto una clara apuesta por aumentar el número de festejos taurinos de una forma «sostenida» tanto económicamente como el tiempo.

Con ello se pretende no solo atender la demanda de la afición local, sino que se pretende dar una nueva dimensión a la «industria» del toro, que ya mueve 28 millones de euros en la comunidad, donde genera un millar de empleos, con la captación de aficionados procedentes de otros países.

De esta forma, y tras un ligero aumento de los festejos del 1% en 2023, el gobierno extremeño se propone que a lo largo de la presente legislatura crezca a mayor ritmo.

«No se trata de sostenerlos artificialmente sino que sea algo atractivo, que sean corridas y que sean festejos de calidad donde sobrevivan por medios propios», ha argumentado el consejero antes de la reunión, de tal forma que sea el público el que elige voluntariamente asistir a las corridas.

Pero un crecimiento que sea también «sostenido en el tiempo», de manera que sea respaldado por la afición extremeña pero también por un turismo que «se ha comprobado que cuando se hacen corridas buenas, viene gente de otros países».

En este sentido, ha argumentado que si se está apostando por festivales de música, por ejemplo, con capacidad para atraer público extranjero, pues «también a los toros», que cuenta con un mercado que puede aportar un «gran crecimiento» en Hispanoamérica, Portugal, Francia o Italia.

Para el consejero se trata de una cuestión económica «de gran relevancia», con capacidad de crecimiento, motivo por el cual la administración autonómica va a estar al «lado» del sector.

«Aquí no sobra nada que sea cultura y menos sobra nada que aporte económicamente y este sector nosotros estamos muy orgullosos de él», ha remarcado el consejero sobre una actividad que cuida el campo, aporta a la economía, crea empleo y supone una «seña identidad de Extremadura», por lo que este gobierno no va a «destruir nada», sino que lo que va a hacer es «cuidarlo, incentivarlo como digo, promocionarlo y ponerlo a la altura que merece Extremadura».

Al respecto, ha añadido que Andalucía y Madrid lo están haciendo «muy bien», mientras que Extremadura se ha quedado «algo para atrás» a pesar de que cuenta con «todo». «Si tenemos patrimonio, si tenemos plazas, si tenemos toreros, si tenemos 120 ganaderías dedicadas al toro de lidia, lo que falta entonces es el acompañamiento de una administración que sea capaz de ponerlo al nivel que se merece por delante de otras comunidades autónomas», ha insistido.

Para ello, considera necesario apostar por que las figuras del toreo de la región «tengan la oportunidad que merecen», pues hay muchas que «se han quedado un poco para atrás», quizás, ha dicho, por «falta de apoyo de la administración», a pesar de que hay una «buena escuela taurina» en Badajoz.

Sin embargo, al llegar a la novillada sin picadores «se nos quedan ahí un poco atrás», por lo que ha apostado por «acompañarles en esa tarea para que finalmente sean capaces de ver la luz», ha dicho.

Por otro lado, hay camino por recorrer en cuanto a la recuperación del patrimonio, puesto que muchas de las plazas de toros de la región son bienes de interés cultural, motivo por el que hay que hacer un esfuerzo «de toda una legislatura, incluso de dos», debido a que requieren de proyectos de reforma que pueden superar los cuatro o cinco años.