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Acto final

Acto final

Pablo Martínez Zarracina

Viernes, 8 de marzo 2024, 23:31

Un profesor viudo y a punto de jubilarse, «célebre autor de nueve libros y numerosas obras breves sobre cuestiones filosóficas, estéticas y políticas», protagoniza la ... última novela de Paul Auster. El nombre del intelectual es imponente, Seymour Tecumseh Baumgartner, y su entrada en escena física y cómica: el viejo profesor se quema con un cazo, rueda por unas escaleras y se hace amigo de un inspector de la luz parlanchín que sobrelleva un apellido incluso peor que el suyo: Papadopoulos. La mezcla de acción y pensamiento desencadena con engañosa facilidad el torrente de información. Baumgartner es un estoico devastado por la muerte de su mujer, Anna, traductora y poeta, a quien añora hasta el punto de hacer sonar su máquina de escribir para recuperar el sonido de su mente en marcha, pero también un galán expuesto al ridículo, un pensador brillante y un 'alter ego' que escribe sobre los seudónimos y el síndrome del miembro fantasma. El lector no tarda en reconocer que pisa territorio Auster. Ahí está la «curiosa madeja de circunstancias» definiendo una existencia, el peligro acechando tras la rutina o la aparición de textos ajenos, esta vez los de Anna, que toma cuerpo y deslumbra a través de los manuscritos que el protagonista revisa.

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