Marta Jiménez Serrano, junto a su libro. HOY

Amor en tiempos diversos

Cambios. Esta colección de relatos nos hace pasar un entretenido rato durante el que nos asomamos a estas maneras contemporáneas de entender la historia amorosa

Enrique García Fuentes

Sábado, 16 de marzo 2024, 08:59

Bueno; si nos ponemos estrictos tampoco es exacto del todo el título de estas palabras porque los catorce relatos –de extensión desigual– recogidos en este ... libro tratan todos diferentes facetas del amor en un tiempo que se corresponde con el actual y, del mismo modo, las acciones aquí narradas transcurren siempre en Madrid, la capital, por cierto recreada continuamente en sus facetas más atractivas, modernas y cómodas. Entiéndase entonces una homogeneidad temática, temporal y especial y déjese el adjetivo para el signo, para la característica fundamental de estos tiempos nuestros que no se parecen, aparentemente, y más en cuestiones amorosas, a nada que hayamos venido conociendo a lo largo de nuestras vidas.

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Porque de lo que creo que no cabe la menor duda es de que estamos ante tiempos cambiantes, agitados, que ya no responden a los patrones por los que (o frente a los que) nos hemos venido desenvolviendo. Los ya mayores observamos –a veces con estupefacción, a veces con sorpresa y, por qué no, a veces hasta con cierta envidia– el rumbo que las relaciones amorosas han ido tomando con el paso del tiempo, cómo los roles habitualmente asumidos han ido cambiando y nomenclatura novedosa como «nueva masculinidad», «relación tóxica», «empoderamiento» (una palabra que odio desde lo más recóndito de mi ser), «síndrome FOMO» (fear of missing out; o lo que es lo mismo: «Miedo a estar perdiéndome algo») se filtra continuamente hasta en nuestras conversaciones más banales.

De todo cuanto digo demuestra saber mucho Marta Jiménez Serrano (Madrid 1990), una chispeante autora reciente que ya dio avisos de su valía en su anterior novela 'Los nombres propios'. Ahora, en esta colección unánime de relatos nos hace pasar (y esto es lo que verdaderamente hemos de agradecerle por encima de todo) un entretenido rato durante el que nos asomamos a estas maneras contemporáneas de entender la historia amorosa, tanto en su comienzo, como en su desarrollo como en su final; conste que hablamos tanto de amores como de desamores. A todos ellos les une el carácter abiertamente positivo de los personajes protagonistas de los mismos, la mayor parte de las veces hombres y mujeres (siempre se trata de un amor heterosexual) entre los treinta y cuarenta años, gentes con sus vidas más o menos encarriladas laboralmente, sin excesivos problemas en y con sus trabajos y gozando siempre de una posición económica más o menos solvente. Si acaso como excepción cabría citar uno protagonizado por adolescentes de instituto («horny assian teen», o cómo demostrar con cierta atenuada decepción que hay usos que no cambian pese a todo) y el encantador 'Filmin', donde la protagonista es una señora viuda de más de setenta años que encuentra en una plataforma de películas una manera de volver a engancharse, aparte de con el cine, con la vida y quizá, quién sabe, con el amor. Con todos ellos presenta Jiménez una formidable capacidad de captación de sus formas de hablar y una acendrada simpatía; no encontramos ningún personaje abiertamente negativo y la autora (en sus diferentes facetas, porque también demuestra una camaleónica habilidad para conferir la voz narradora a la mujer o al hombre, en algunos casos, o una envidiable tercera persona que juega a no ser tan omnisciente como en realidad es) evidencia su empatía sea cual sea la circunstancia.

Tanto los ya referidos como los provenientes del elenco mayoritario –hombres que parecen tener demostrar en todo momento lo buenas personas que son, mujeres que luchan por que una relación sexual esporádica no sea la puerta de entrada para algo ya perpetuo y consolidado, casi todos huyendo del compromiso y la relación al uso pero teniéndolo muchas veces como eje fundamental de sus aspiraciones– no hacen sino presentar un reconocible catálogo del mencionado signo de nuestros tiempos. Con acierto, insisto, Jiménez evita edulcorar desde el romanticismo peliculero y opta por una visión realista, acorde con el tiempo que vivimos; los diferentes relatos presentan una baraja de situaciones verosímiles, cotidianas en su (nuestra) contemporaneidad: parejas de distintas edades, de diferentes clases sociales, con hijos (o animales) por medio, relaciones que se enfrentan al cansancio, al hastío, a la tentación que suponen siempre un tercero o varios, a la obsesión –a veces no compartida– por el vínculo, las diferencias irreconciliables, el decaimiento de la pasión inicial, problemas devenidos de la falta de compromiso, de inseguridades, de autoengaño, de sustos inesperados (el delicado 'Yo tuve un novio'), de diferentes miedos, que muchas veces nos suenan cercanos y con los que más de una vez quizá hayamos tenido que arrostrar o tal vez nos estén acechando a la vuelta de la esquina.

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Y siempre con una acertada voz narrativa que juega con el lenguaje recreándose, por ejemplo, en la alternancia sintáctica de párrafos paralelos que presentan de forma eficaz diferentes simetrías en los puntos de vista o un manejo solvente de la ambigüedad; y de la ironía que permite jugar con los que consideraríamos sentidos más indiscutibles que el discurso propone en primera instancia. Una voz fresca, lenitiva conduciéndonos por positivas historias que, si no hemos experimentado, tal vez nos gustaría interpretar.

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