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J. Ernesto Ayala-dip
Viernes, 3 de enero 2025, 23:00
Hace ya unos cuantos años reseñé la novela de Javier Argüello (Santiago de Chile, 1972; desde hace unos cuantos años vive en Barcelona) 'El mar ... de todos los muertos' (2008). Y escribí todo lo bueno que se puede escribir de una novela si te gusta y entiendes que ahí hay un gran escritor, atendiendo tanto a su factura narrativa como a su trasunto de profunda espiritualidad. Luego leí 'A propósito de Majorana' y volvió a mi memoria la primera novela, como formando una conexión entre ambas. En esta entrega, Argüello rescataba de la historia científica europea la figura del físico italiano Ettore Majorana. Este científico un día de 1938, en un trayecto en barco de Nápoles a Sicilia desaparece. Lo hace para siempre. Sobre este asunto también escribió Leonardo Sciascia en su novela 'La desaparición de Majorana'. Recuerdo que en ese libro, Sciascia evocaba una cita del tambien científico italiano Fermi en la cual se decía que Majorana fue un científico a la altura de Galileo y Newton. En esta novela el autor abundaba en el concepto de incertidumbre, que además de a la situación psicológica de las personas hace referencia a la física de la incertidumbre, a ese viaje de los electrones que describen un mundo incierto, por no decir abiertamente paralelo. Alguna vez alguien habló de un gato encerrado en una caja: ese gato existe y no existe a la vez. Bastantes años más tarde, Argüello publicó 'Cuatro cuentos cuánticos', una serie de historias que se mueven entre lo que existe en la realidad y lo que también se mueve en lo soñado, en lo incierto.
Ahora Javier Argüello nos presenta un libro que nada tiene que ver con la ficción, pero sí con una parte del todo que forma su narrativa. Estamos hablando de 'Los límites de la ciencia'. Se trata de una ponencia que presentó en 2021 en San Sebastián en un encuentro multidisciplinar entre físicos, escritores, neurocientíficos y humanistas. Obviamente allí no podía faltar nuestro autor. Nos dice que esa ponencia se vio fuertemente afectada por una visita que había hecho un mes antes del encuentro en San Sebastián al laboratorio de física de las partículas y por las conversaciones que tuvo con los físicos que trabajan allí.
La frase de Niels Bohr que encabeza esta ponencia sentencia: «Un físico es sólo la manera en que un átomo se mira a sí mismo». De alguna manera nos dice en su ensayito que un novelista es la manera en que una palabra se mira a sí misma. Arguello nos plantea varios problemas, el de la conciencia del universo y de la materia, el de lo inmenso y lo infinitamente pequeño y cómo la poesía y la metáfora pueden arañar esos misterios. Se ha hablado de la belleza de algunas ecuaciones, la misma belleza que buscamos en la naturaleza, en la belleza de lo desconocido, de la inquietante belleza de lo incierto.
Javier Argüello. Editorial: Debate. 88 páginas. 9 euros.
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