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J. Ernesto Ayala-dip
Viernes, 21 de junio 2024, 23:19
Me llega una novela titulada 'El huésped misterioso' y automáticamente pienso en Agatha Christie. Razono que si hay un huésped es porque se aloja en ... una casa donde seguramente ocurrirá algo y él será una pieza a tener en cuenta. Todo muy la señora Christie. Su autora es Nita Prose, canadiense, que publicó una novela anterior titulada 'La camarera'. Vendió millones de ejemplares en el mundo y yo sin saberlo. Hago la correspondiente lectura en diagonal para ver si hay algo que me llame a leer 'El huésped...' Y sí hay algo. Se cita en ella una novela de Charles Dickens, 'Grandes esperanzas'. También 'David Copperfield'. Me animo y comienzo a leerla. Cuando pasa una hora la dejo para ir a prepararme algo para comer. La retomo y ya no puedo dejarla. Me doy cuenta que ya no me interesa tanto quién se cargó a un escritor famosísimo, cuando se disponía para un evento en un lujoso hotel, como la vida de la protagonista, que por momentos me recordaba a algún personaje del citado Dickens.
Hace unas semanas, el escritor Juan Manuel de Prada decía en una entrevista que la literatura no debe entretener sino incomodar. Esta aseveración más o menos ya la he leído en otros escritores. Y cuando la leo me acuerdo de que los momentos más felices de mi vida de niño fueron cuando lo que leía me entretenía. Para incomodarme ya estaba el mundo de los adultos. Sigo pensando lo mismo. Agradezco mucho que nadie me incomode y si lo hace, que a veces es inevitable, que no sea leyendo. ¿Y qué pasa si un libro incomoda y a la vez entretiene? ¿A cuántos nobles del siglo XVII español no debió incomodarles la lectura del Quijote? ¿Pero qué era eso al lado de las panzadas de risa y entretenimiento que les procuraba esa festiva lectura?
En 'El huésped misterioso' un escritor muy famoso se presentará en un hotel de lujo para revelar un secreto. Cuando ya está el público, y sobre todo su público, cae al suelo muerto tras beber una taza de té. Y aquí entra en escena un personaje entrañable y dickensiano, la jefa de camareras del Regency Grand Hotel, la señorita Molly Gray. Es una característica de la novela de misterio e intriga inglesa (ahora trasladada a las series de famosas plataformas) hacer que personas ajenas a la investigación profesional adquieran una relevancia casi decisiva en la resolución de los casos.
Molly tiene un pasado que determinó mucho su presente. La novela de Nita Prose alterna este pasado y presente de manera muy convincente. No pasa por alto las diferencias de clase y cómo las adineradas, siempre que pueden, todavía humillan a las clases trabajadores que tienen a sus órdenes. Me entretuvo mucho esta novela. Y me enseñó. Su sentido del humor hace mucho por ello. Y su inteligente ironía. Para mí fue una muy agradable sorpresa.
Nita Prose. Traducción: Ángela Estellés García. Editorial Duomo ediciones. 336 páginas. 18,90 euros
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