'Solitude', 1933, de Chagal.

Chagall, Strömholm, Gervasio Sánchez y mujeres artistas de la vanguardia española

Buen momento en Madrid para la fotografía, que ocupa varios espacios expositivos

Sábado, 16 de marzo 2024, 08:59

Conversé con Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959), Premio Nacional de Fotografía, con motivo de su antológica en el Meiac en 2012. Recuerdo que me comentó ... que la foto 'Biblioteca de Sarajevo' (1993), icono de la barbarie y tantas veces premiada, le ha servido para criticar la hipocresía de los gobiernos de turno españoles, capaces de reivindicar la paz al mismo tiempo que siguen vendiendo minas antipersonas. En el Círculo de Bellas Artes presenta 'Vidas minadas. 25 años' (hasta el 17 de abril), donde muestra el día a día de los afectados, con nombres y apellidos. En ese recorrido por sus vidas hay momentos para la sonrisa.

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Condición humana. Otro fotógrafo, Jordi Socías (Barcelona, 1945), expone «'Al final de la escapada' (hasta el 21 de abril) en el Sala Canal de Isabel II (C/ Santa Engracia, 108). De él es la fotografía de un primerísimo plano del rostro de Dalí partido a la mitad, de 1979, que le abrió las puertas como maestro del retrato. Y, nuevamente, un fotógrafo poco conocido en nuestro país, Christer Strömholm (Estocolmo, 1918-2002), nos muestra en la Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23), hasta el 5 de mayo, la vida callejera de la época franquista, donde prostitutas, guardias civiles, niños, curas, transexuales, camareros, marineros americanos… en definitiva, «gentes», son captados por él con empatía. «No podemos –dijo– fotografiar la experiencia ajena», algo que sin duda desdicen sus instantáneas. No es fácil reflejar la condición humana, Strömholm lo consigue.

Fuera tópicos. También en la Fundación Mapfre disfrutamos de 'Chagall, un grito de libertad' (hasta el 5 de mayo), una exposición en la que el artista bielorruso –más 'personaje' que artista– queda despojado de clichés; y es que solemos movernos en la comodidad de los tópicos, que impiden el verdadero conocimiento de los artistas. Hemos hecho de Chagall (1887-1985) –al igual que su obra– una figura «fabulada. En esta muestra es reivindicado como un hombre comprometido con su época. En una cartela puede leerse: «En su 'nuevo concepto racista de la cultura', las hordas nazis han pasado en carreta por las calles de Mannheim una de las obras maestras del arte moderno, El rabino, del judío Marc Chagall, que después han quemado en la plaza pública». Para Ambre Gauthier, una de las comisarias de la muestra junto a Merete Meyer, «la obra de Chagall era política. Se le asocia con una imagen dulce y de soñador, pero al mirar sus obras y ponerlas en perspectiva con sus escritos, podemos ver que tenía una implicación social mucho más fuerte de lo que se pensaba». Y sí, para esto sirven las 'revisiones', para poner en valor y en su justa medida la vida y obra de los artistas.

Al margen. Finalizo mi recorrido en el Museo Nacional de Artes Decorativas (C/ Montalbán, 12) para visitar 'Al bies. Las artistas y el diseño en la vanguardia española' (hasta el 31 de marzo), a partir de piezas de Pitti Bartolozzi, Delhy Tejero, Victorina Durán, Marisa Roësset Velasco... Mujeres artistas que quedaron al margen del canon siendo renovadoras, en el primer tercio del siglo XX, del diseño en la moda, el teatro, la pintura, la decoración, la edición… Siempre digo que las vanguardias no pasan, y en el caso que nos ocupa se re/descubren, e incluso gracias a esta exposición se ponen en valor.

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