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Trazos

Elogio de la vida horizontal

Bernd Brunner nos invita a detenernos en posturas en las que no reparamos, y que tienen historia

J. Ernesto Ayala-dip

Sábado, 20 de abril 2024, 11:27

'Vivir en horizontal. Breve historia cultural de una postura', de Bernd Brunner, me desconcertó un poco. Pero llegué a la conclusión de que la ... horizontalidad puede dar para un ensayo. Un día busqué en internet de dónde venía que los romanos comieran recostados en una especie de cama-diván. Todos tenemos presentes esas copiosas comidas tirados en camas aristocráticas. En realidad, habían heredado esa costumbre de los griegos. Luego fueron perfeccionando el hábito. Pero no todos los romanos comían recostados en un mueble que nunca podían tener. Esos ágapes solo eran para las clases acomodadas, el resto comía en tabernas o en mesas en sus casas. Pero comer como lo hacían las clases pudientes romanas mostraba una manera de vivir y de mirar la vida. Esas clases no trabajaban y nunca vieron como prueba de gandulería pasar la mayor parte de su ocioso tiempo, incluso cuando se trasladaban por las calles, recostados.

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Dormir nunca fue igual en todos los tiempos. Hay sobrada información de cómo lo hacían en la Edad Media. También la hay de cómo dormían los reyes durante el Barroco. Pero Bernd Brunner insiste en el hecho de cómo se las apañó la humanidad para encontrar en la vida horizontal ventajas sobre la vertical. Marcel Proust escribió 'En busca del tiempo perdido' encerrado en una habitación forrada de corcho y estirado en una cama. En esa célebre horizontalidad, se escribió una obra capital de la ficción europea. Ya más recientemente, quien también pasó sus últimos años leyendo novelas policiacas en la cama fue el uruguayo Juan José Onetti. El mismo Groucho Marx llegó a decir: «Nada que no puedas hacer en una cama merece la pena hacerse». En su libro, el autor alemán nos introduce en la historia de la cama y escribe que el descubrimiento de los muelles, por ejemplo, permitió hacer que los colchones fueran mucho más cómodos. Estoy seguro que Proust y Onetti dormían en camas muy mullidas.

Un libro curioso 'Vivir en horizontal'. Brunner también habla de las tumbonas y sillas reclinables, lo más a mano para para practicar la horizontalidad en nuestra vida cotidiana. Nos invita a que nos detengamos en esos aspectos de la existencia en los que nunca reparamos.

Vivir en horizontal. Breve historia cultural

Bernd Brunner. Traducción de José Aníbal Campños. Edición: Acantilado. 126 páginas. Precio: 16 euros

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