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Viernes, 12 de abril 2024, 23:28
La obra literaria de Julio César Galán (Cáceres, 1978) comienza a ser prácticamente inabarcable, no ya porque a su condición de poeta se le añada ... su actividad como ensayista, autor dramático y traductor: es que todos estos campos los ha cultivado también escondido (o al lado) de una caterva de heterónimos que no hace sino aumentar y que están acabando por constituir el sistema al que aludo desde el título que elijo para estas palabras.
Centrándome en el ámbito que más interés me suscita de su obra, el poético, se me juntan en la mesa de lectura y trabajo dos volúmenes relativamente cercanos en el tiempo, uno firmado por él, 'Un adiós abierto', título que no tiene nada de nada de premonitorio, es básicamente (si tal adverbio cabe en cualquier definición de su poesía) una recuperación de poemas escritos entre los años 2012 y 2018, «aquellos años de crisis económica que nadie parece recordar» (y que, según se deduce en sus poemas en su caso particular se agudizó con la llegada al mundo de sus hijos), y otro bajo el nombre de uno de sus más atractivos y punzantes heterónimos, la combativa Jimena Alba, 'Maldita épica salvaje', poeta y ensayista a la que hace nacer en Bilbao, haber iniciado estudios de Economía, que no terminó y que cambió por los de Arte Dramático, residir en Los Ángeles y escribir poesía y ensayo sola o en cooperación con él o con otros de sus heterónimos (según informaciones no contrastadas ahora parece andar vendiendo cerámica en los puestos itinerantes de los mercadillos).
Julio César Galán
Editorial: Pre-Textos. Valencia, 2023.
104 páginas.
Precio: 17 euros
Por desmemoria, desatención o (por lo que más me temo) manifiesta incapacidad para clasificarlo en cualquiera de esos nichos que tanto nos gustan a los reseñistas, Julio César Galán es el típico autor que siempre se olvida a la hora de trazar los consabidos panoramas de literatura contemporánea. Su desmesura y heterogeneidad parecen jugar en su contra y este último libro -que es un clavo más que remacha ese particular e inimitable discurso poético suyo tan de ruptura en todos sus niveles, desde la grafía a la estructura, latiendo siempre en el mismo proceso de creación del poema y, en este caso, del libro- tampoco creo que le saque del injusto ostracismo en el que se le ha instalado. Confieso mi manifiesta incapacidad para adentrarme en su mastodóntica propuesta, pero no puedo dejar de aprovecharme de esta atalaya para llamar la atención sobre él y ratificar, de nuevo, que Galán no se parece a nada ni a nadie y sigue pilotando con mano diestra una sabia trayectoria que no hace más que acumular piezas interesantes, pero eso sí, muy alejadas de la preparación del lector medio al que exige esfuerzos que, a veces, no está (estamos) dispuestos a sobrellevar o realmente poco preparados para acceder.
Jimena Alba
Editorial: Los libros del Mississippi. Madrid, 2023.
92 páginas.
13 euros
Por el otro lado, dividida en dos partes de desigual extensión, pero ambas dotadas de esa intención gamberra y francotiradora que la caracteriza, la nueva entrega de Jimena Alba nos asombra por lo reconcentrado de su discurso y por su materialización en versículos muy extensos, desaforados, quizá los únicos capaces de aguantar el calibre de su protesta cruda y reconcentrada. 'Intrapoesía', la primera, es una recopilación de paratextos, metatextos, llámeselos como se prefiera, que juegan, ebrios de libertad, pero preñados de una extraordinaria capacidad de intuición y buen hacer, con poemas, canciones, películas, producto de un inconmensurable acervo cultural bien asimilado del que el poema bebe y engrandece (y se engrandece) con sus insólitas propuestas, el vital 'Tabaqueria', de Pessoa (Álvaro de Campos), da pie para jugar/reflexionar con el concepto de heteronimia, tan presente en la lírica de esta autora/autor; aparte, Bowie, Baudelaire, Extremoduro, Lars von Trier, The Doors, entre otros (incluido otro de los heterónimos de Galán: Óscar de la Torre), encuentran aquí su especial acomodo. La segunda parte, más breve, titulada 'El pestañeo de la eternidad (Coda civil)' aparece cegada hasta arriba por el enfado, por la tensión, por la sensación de sentirnos en el abismo de una sociedad cada vez más corrupta, cada vez más pagada de sí misma que solo atiende al epicentro de su ombligo y se olvida de cuestiones cercanas y humanitarias. Por lo que nos toca, nos seducen especialmente aquellos poemas en los que la autora (el autor) se refiere a todo cuanto tiene que ver con lo literario, y no desde un punto de vista complaciente ni mucho menos: compadreos, favores debidos, situaciones de poder reproducidas también en aquellos que dinamitan el ámbito académico. Hay mucho de conocimiento de primera mano circulando por aquí. En suma, libros innovadores, textos que no se parecen a nada, que claramente forman parte de un proyecto aún en marcha, que no termina siquiera ni con el cierre físico de los volúmenes, pero continúan incrementando un espacio incansable que lleva tiempo orbitando por encima de nosotros y al que me parece que no le estamos haciendo el suficiente caso. Hora va siendo.
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