Henry Henry

Hal Lancaster, hijo y heredero de Henry, el duque de Lancaster, está estancado: su madre está muerta, su padre se va a morir o va a volver a casarse (o ambas cosas), sus hermanos y hermanas no dejan de pelearse, sus prácticas en la empresa de su tío no sirven para nada y nadie lo deja en paz. Todo es tal y como debería ser y, aun así, todo va mal.

En el transcurso de un año de fiestas, borracheras y ligues con dudosas consecuencias, Hal se ve puesto a prueba por un legado familiar violento, la culpa católica y la aterradora posibilidad de que lo amen.

Todo ello se complica aún más debido a una serie de abusos que amenazan con perseguirlo hasta la adultez. La casa Lancaster jamás volverá a ser la misma.