Eran el león, la ballena y el cervatillo, protagonistas de una obra de teatro de fin de curso en la que el canguro había desaparecido ... y sus amigos debían encontrarlo. Ahora tienen casi 30 años y llevan una vida privilegiada: comen pescado crudo y delicatessen, beben vinos selectos, fuman extractos, consumen drogas, navegan, celebran fiestas, practican las artes, se inmiscuyen en política. Tienen cuerpos esculpidos y visten ropa cara; son hijos de prestigiosos médicos y periodistas famosos, multimillonarios con patrimonios sólidos, o recientes y sospechosos. Pero tambien son herederos de los rebeldes que han marcado epocas gloriosas y desesperadas de la historia: los que, prosperando en paz, han invocado la guerra; los que, amando a sus padres, han sufrido sus hipocresías, desenmascarado las contradicciones y soñado con derrotarlas.
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