La Italia de los 70 en negro

Nueva traducción de un clásico moderno, una intriga en Turín escrita a cuatro manos por Franco Lucentini y Carlo Fruttero

J. Ernesto Ayala-dip

Viernes, 10 de mayo 2024, 23:01

La novela que comento hoy, a tenor de sus autores, me obliga a hacer un resumen. Firmaban como Fruttero & Lucentini. Fueron autores a cuatro manos ... de varios títulos, entre los cuales fue el más exitoso y refrendado por los mayores expertos en la materia (me refiero a los estudiosos de la novela negra y de intriga), la que ahora abordo, 'La mujer del domingo'. Esta novela tuvo tanto éxito en su tiempo que incluso se hizo una película en la que trabajaron Marcello Mastroianni, Jean-Louis Trintignant y Jacqueline Bisset. Franco Lucentini (1920-2002) y Carlo Fruttero (1926-2012) escribieron otras novelas no menos excelentemente recibidas. Una de ellas, 'La verdad sobre el caso D', está basada en la novela inacabada que dejó Dickens al morir, 'El misterio de Edwin Drood'. (Yo leí una versión terminada de dicho libro, aunque era tan inverosímil que ni siquiera quedó en mi memoria). La decisión de los dos autores italianos indicaba a las claras su inteligencia compositiva, además de hacer de dicha empresa una novela que Dickens no hubiera imaginado nunca para su libro pero que sin duda habría disfrutado como si la hubiera escrito él. La solución consistió en reunir en una misma habitación a todos los grandes sabuesos de la narrativa de intriga del siglo XIX y parte del XX. Allí estaban Poirot, Auguste Dupin, Nero Wolfe, Maigret y tantos más. Se llegó a decir que después de esta obra no hacía falta ya leer a los creadores de esos detectives.

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En 'La mujer del domingo' la intriga gira en torno a un arquitecto que es asesinado con un pene de pesado metal. Todo el relato transcurre en Turín. La mayoría de los investigadores del crimen provienen del sur de Italia, entre ellos el comisario Santamaria (al que por cierto, en la contraportada lo rebajan a inspector). La novela no empieza por el crimen en sí, sino por una radiografía sociológica de algunos de algunos de los personajes que rodean el caso. Todos ellos conocían a la víctima, entre ellos la condesa Anna Carla. La novela transcurre en los años en que se publica, los 70. No es difícil que nos imaginemos sus escenarios muy cercanos a las películas italianas de la época: Visconti, Fellini, Antonioni, etc.

De alguna manera esta historia pasa siempre entre cuatro paredes, aunque no son todas siempre las mismas. El comisario Santamaria se acerca a la casa de los posibles culpables o sospechosos. Incluso acepta la invitación de estas personas, generalmente gente acomodada, a compartir algún ágape, del que siempre sale sabiendo menos. Hasta que llega ese domingo milagroso en que todo encaja. Ya dije que la novela transcurre en Turín. La visión de la ciudad es más bien grisácea. Se citan autores literarios, pero no a Cesare Pavese, como si Turín no se hubiese merecido semejante figura de la lírica contemporánea. Espero la novela basada en la de Dickens inconclusa.

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