¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?

De monstruos: Goya, Hellboy, Levallois

Goya es re/visitado por Stéphane Levallois, un virtuoso del trazo

M. C.

BADAJOZ.

Viernes, 3 de mayo 2024, 23:23

Consciente de la siempre necesaria renovación de las audiencias y con el objetivo de acercar el arte a los más jóvenes el MEIAC ha optado ... de un tiempo a esta parte por un exitoso programa expositivo que incluye el cómic y la ilustración. Ya el pasado año produjo la muestra Fermín Solís: dibujos, viñetas, tebeos, además de acoger otras como 'Dibujantas' o 'El Arte en el Cómic', esta última comisariada al igual que la presente por Asier Mensuro, «Goya Hellboy es en último término una exposición de arte contemporáneo que bucea en un tema tan actual como es la iconografía de la monstruosidad». Es, además, una entretenida y fructífera lección de arte para que los estudiantes desde el cómic conozcan a Goya.

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Una visión de la iconografía de mosntruos de Stéphane Levallois

Lugar: MEIAC –Calle Museo s/n

Comisario: Asier Mensuro

Produce: Obra Social de ABANCA

Hasta el 2 de junio

Una visión de la iconografía de mosntruos de Stéphane LevalloisLugar: MEIAC –Calle Museo, s/n–Comisario: Asier MensuroProduce: Obra Social de ABANCA Hasta el 2 de junio

Imaginación. Por otro lado, si el territorio del arte es el de la libertad y la fantasía el artista francés Stéphane Levallois, que sobresale por su destreza dibujística, tiene abonado el camino para abordar cualquier proyecto que se precie. Imaginación no le falta, máxime si es fan entusiasta de los referentes en los que se basa, lo ha sido de Leonardo de Vinci y ahora de Goya, así el personaje Hellboy –un 'demonio'– de Mike Mignola le sirve de paráfrasis para acercarse al universo del genio aragonés.

Croquis. Para ello Stéphane interioriza el dibujo goyesco rescatando la técnica del croquis. «Una técnica -explica- que no uso desde hace treinta años, consistente en la realización de dibujos esquemáticos muy sueltos, hechos con óleo diluido y carboncillo. Es el modo en que hacía los croquis y los bocetos cuando estudiaba en la escuela de pintura, y en esa técnica hay una gran libertad, porque es muy gestual, muy sucia, muy violenta y espontánea». Y además muy «expresionista», como cabría acercarse al genio aragonés.

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