Una novela negra de caza y de amor

Pero 'Rehalera', va más allá en su catalogación como novela de caza y es además, una novela de amor con mayúsculas y, por supuesto, dentro del estilo de Paco Giraldo, una novela negra. De policías y de ladrones. Que describe sórdidas historias que se repiten a diario en la vida, y la historia de un amor apasionado que lo puede todo.

El amor entre la rehalera y el montero, que surge en el campo de manera espontánea, como una zarza que arde y sin importar la edad, es hilo conductor de la trama. Esa es la enjundia del texto de esta novela apasionante que también trata sobre la soledad y los éxitos y los fracasos en la vida.

Rehalera

Paco Giraldo

Editorial: Círculo Rojo.

286 páginas.

Precio: 29 euros

Desde el principio, el autor va enlazando hilos hasta trenzar una maroma con final ciertamente sobrecogedor e inesperado, que el lector puede ir presumiendo, pero que no llega a averiguar hasta que aborda el último capítulo. Sin duda estamos también ante una novela negra de intriga.

Los diálogos que plantea el novelista son fluidos, frescos y marcan las identidades de sus personajes que se mueven en mundos llenos de zozobras. Son textos que invitan a una lectura fácil.

Estamos también ante una novela viajera que se abre camino por pueblos extremeños como Zalamea de la Serena, Don Benito, Quintana, Trujillo o Cáceres pero que también extiende sus hilos por Valencia y Madrid.

Desde el primer capítulo, en el que se narra el chispazo de amor entre los personajes principales de la novela, el lector queda atrapado en esa tela de araña que el autor extiende con historias personales, muy actuales: la atención del Alzheimer, la situación del maltrato en geriátricos, los bajos fondos de la policía, las ventajas y alegrías de una familia estructurada, la desesperación, el ajuste de cuentas. Historias de buenas personas pero también de tipos sin alma y atormentados, atrapados en sus más obscuras pasiones.

Un bello texto escrito con valentía, desde la experiencia de un autor que siempre nos deja con el buen sabor de boca, como en este caso, del triunfo del amor sobre cualquier otra circunstancia de la vida.