La preparación de la sublevación portuguesa

A mitad de esta larga etapa de democracia, pudimos tenerlo en Extremadura, dándonos a conocer el proceso de conspiración de los jóvenes oficiales del Ejército, convencidos de que las guerras coloniales que sufrían desde 1961 a 1974, la férrea dictadura de Salazar-Caetano y la pobreza en la que estaba sumido el pueblo portugués, tenían que acabar de forma radical. Y así prepararon el Golpe de Estado exitoso, de emotiva colaboración 'Pueblo-Fuerzas Armadas'.

La antropóloga Dulce Simões, que ha trabajado –y sigue haciéndolo– intensamente en la investigación de la acogida de andaluces y extremeños en tierras del Bajo Alentejo durante nuestra traumática Guerra Civil, coordina la obra que ahora se nos ofrece. Ha ordenado diversos escritos y reflexiones de este militar histórico, que sigue en activo como pensador, ensayista y poeta, consiguiendo una publicación atrayente, instructiva y de gran valor testimonial e histórico: 'Crónicas de um insubmiso', editada por Modocromia Edições, puesta en librerías desde marzo pasado y, como va siendo habitual en las publicaciones, posible de adquirir por petición on-line.

El volumen lleva prefacio de un «compañero de armas», ensayista y novelista, Carlos de Matos Gomes, así como una explicación en «posfácio» de la propia Dulce Simões, terminando con diversos y valiosos anexos históricos. El cuerpo del mismo son cinco bloques con cinco/seis capítulos cada uno, formando un total de 27. En ellos va desgranando vivencias personales, y especialmente analizando las situaciones más cruciales en la preparación de la sublevación civil y militar contra el régimen dictatorial, así como el proceso revolucionario desde el triunfo de este hasta los conflictos internos militares y políticos que culminaron con la ruptura interna del 25 de noviembre de 1975. En esta última fecha, la división entre moderados y revolucionarios llevaría al triunfo por golpe militar de los primeros, con el consiguiente encarcelamiento o exilio de muchos de los segundos, entre los que se encontraba Duran Clemente, que hubo de refugiarse primero en Cuba y después en Angola.

El autor narra críticamente el «desmontaje» de la Revolución, señalando a los que considera «culpables» de la involución en las conquistas logradas por los trabajadores durante el 'Proceso Revolucionario en Curso' (PREC) de 1975. Proceso en el que se produjo una importante ocupación campesina de tierras, nacionalizaciones de la banca, los seguros, transportes, prestaciones sociales, principales industrias y medios de producción, así como un avance democratizador –problemático– en el estamento militar.

No obstante, hay una importante lección que Duran Clemente, como los muchos oficiales represaliados por sus intervenciones revolucionarias, nos da: ahí no se acabó su acción social. Rehicieron su vida personal, social y laboral, tras esa pausa de exilio o prisión, interviniendo en la vida política del país, en su caso como miembro electo de diversos poderes locales en Lisboa y su entorno, o asesor del poder local en Seixal, así como directivo de diversas asociaciones ligadas a la reivindicación de aquella gesta inolvidable de la 'Revolução dos Cravos'.

Condecorado como 'Grande Oficial da Ordem da Liberdade' en 2021, Duran Clemente, con la autoridad que le concede su trayectoria limpia y democrática de lucha por la democratización, descolonización y desarrollo de su país (las famosas «tres D» que guiaron su actuación), nos esclarece de manera sosegada pero firme las luces y sombras de un periodo que asombró al mundo por su desenvolvimiento sin derramamiento de sangre, de lucha por la dignidad, la libertad y la protección de todos, y en especial de los más necesitados de su tierra.

Personaje y libro, para nosotros, vecinos rayanos de Portugal, son una llamada de atención y un ejemplo que no debemos olvidar.