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Vicente Sánchez Quadrado. HOY

Sánchez Quadrado y los cimientos del Estatuto

Ensayo. Aporta, además de su visión particular, documentos que la respaldan, y puede servir a los estudiosos de mañana para entender aquel proceloso tiempo en el que confluyeron voluntades que hoy parecen agotadas

Tomás Martín Tamayo

Sábado, 20 de julio 2024, 13:03

D espués de más de cuarenta años de sequía, en los que parecía programado silenciar cualquier aspecto de la Transición o la preautonomía en Extremadura, ... están apareciendo estudios que pueden ayudar a recuperar el tiempo perdido. Parecía que, cercenando la historia, todo manaría de la fuente mágica del gran preboste y para ello, era necesario borrar antecedentes en los que él no fuera la piedra angular del edificio. Anulando el «antes», todo quedaba supeditado al «después de». Después de él, claro. Lo triste es que, durante los años de Monago, se mantuvo la quilla en esa dirección y se insistió en ella, negando en actos públicos hechos y personajes solo silenciados desde la ignorancia o la estrechez de horizontes.

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En 2014 Ignacio Sánchez Amor, con el que redacté el preámbulo del Estatuto de Autonomía, publicó un meticuloso ensayo: 'Extremadura embrionaria'. Instituciones, partidos y políticas públicas 1883-1987'. Con 'Enrique Sánchez de León, un camino reformista', cinco estudiosos, al rebufo del estudio biográfico del personaje, entraron en lo colateral y dejaron páginas muy sustanciosas sobre la etapa. Después, Feliciano Correa publicó su enjundiosa 'La transición política en Extremadura' y de nuevo Enrique Sánchez de León sacudió el polvo de lo durante tantos años silenciado con 'Esos impertinentes reformistas de la Transición'.

Ahora, Vicente Sánchez Quadrado (licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca), uno de los destacados protagonistas de aquella etapa, saca una documentada 'Génesis del Estatuto de Autonomía', en las que aporta, además de su visión particular, documentos que la respaldan, entregando unas páginas que pueden servir a los estudiosos de mañana para entender aquel proceloso tiempo en el que confluyeron voluntades que hoy parecen agotadas. Sánchez Quadrado es un personaje singular, que estuvo en la cimentación de aquella obra, en la que puso muchos ladrillos. Él se reivindica en esta entrega, pero creo que, entre los extremeños con los que Extremadura está en deuda, su nombre debería figurar entre los mejores y principales. Vicente es un hombre trabajador, pulcro y estudioso, que se tomó muy en serio el momento y su participación en é. Siempre lo respeté y siempre tuvo mi admiración callada.

Durante la transición coincidí con Vicente Sánchez Quadrado en la Junta Preautonómica de Extremadura, que presidieron sucesivamente Luis Ramallo y Manuel Bermejo. Él como consejero de Obras Públicas y Urbanismo, yo como consejero de Cultura, Deporte y Patrimonio. Además, los dos formamos parte de la primera corporación democrática del Ayuntamiento de Badajoz, que presidió Luis Movilla y los dos pertenecíamos al mismo partido: Unión de Centro Democrático (UCD). Aunque él era liberal y yo socialdemócrata, nunca tuvimos diferencias en lo esencial, pero, más allá del respeto mutuo, entre nosotros, tal vez por la diferencia de edad, no se forjó una relación de amistad. Ni de enemistad. Y los dos participamos en la redacción del 'Anteproyecto de Estatuto de Autonomía de Extremadura' (Edt. Extremadura, 1981), aunque mi aportación principal fue corregir un texto inicialmente muy descuidado. Años después volvimos a coincidir como diputados en la Asamblea de Extremadura, él liderando el grupo del Partido Popular (PP) y yo el de Centro Democrático y Social (CDS) y más allá de las diferencias normales entre formaciones diferentes, tampoco hubo nada destacable en ellas.

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Es decir, que conozco a Vicente Sánchez Quadrado y reconozco en él a un hombre bueno, fiable, parco en palabras, poco chistoso, serio, formal, de una honradez incuestionable y el político menos demagógico que he conocido. A Vicente la demagogia no le sale ni ensayándola porque es un hombre de principios muy asentados y estrechamente comprometido con ellos. Esta 'Génesis del Estatuto de Autonomía de Extremadura' es un reflejo de su personalidad. Vicente, fiel a su estilo, ha quitado de ella todo afán ornamental y lo que ha quedado en la criba es el grano.

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