Un verano muy novelesco

'Arde ya la yedra' es una especial y originalísima novela en su sencillo planteamiento. El escritor extremeño Gonzalo Hidalgo Bayal no ha recurrido, para ... escribirla, a ningún mundo lejano ni exótico, sino a la realidad más inmediata y cercana de un joven de veinticuatro años: a su atribulada interioridad sentimental y a su intensa pasión con la escritura. Dirigiéndose al lector en una directa primera persona, ese protagonista y narrador le pone al tanto de sus cuitas: se ha pasado quince meses en el servicio militar; ha probado diversos trabajos mal retribuidos y ha roto con una chica. En un verano que se le presenta aciago, como una invitación al tedio y a la melancolía, halla una inesperada tabla de salvación en un concurso literario. De este modo 'Arde ya la yedra' es una novela sobre cómo se escribe una novela.

Arde ya la yedra

Gonzalo Hidalgo Bayal.

Editorial: Tusquets.

344 páginas.

18,90 euros.

Para cumplir ese reto, el personaje echa mano de su afición a los juegos lingüísticos. En el lenguaje, va a encontrar la seguridad y la fuerza que necesita. El texto se mueve, de este modo, en dos paralelos y logrados planos: el del proceso creativo y el de la realidad de ese mes de agosto que se le prometía aburrido, pero en el que descubre a un grupo de chicas que se baña en el río de sus paseos cotidianos y que se convertirá en una fuente de inspiración. El gran acierto del libro reside en cómo nos transmite los estados de ánimo de una época de la juventud en la que aún quedan unos ecos de la adolescencia que son los que nunca perderá un artista.