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Cristiano ejecuta su penalti en la tanda del partido de anoche entre Portugal y Polonia. :: reuters
Los penaltis se alían con Portugal

Los penaltis se alían con Portugal

Cristiano accede a su tercera semifinal de la Eurocopa en la gran noche de Renato Sanches

IGNACIO TYLKO

Viernes, 1 de julio 2016, 09:34

Portugal disputará el 6 de julio su cuarta semifinal de la Eurocopa en las seis últimas ediciones. Tras superar a Polonia en la tanda de penaltis, gracias el que le desvió Rui Patricio a 'Kuba', se medirá el 6 de julio en Lyon al ganador del duelo entre Bélgica y Gales. Cristiano Ronaldo, desacertado durante el partido pero rotundo en el primer penalti, jugará su tercera semifinal continental y podría enfrentarse a su amigo Gareth Bale. En 2004, los lusos se impusieron a Inglaterra, también en la agónica tanda. Y hace cuatro años, derrotaron en cuartos a la Repúblia Checa.

Muy por encima en Marsella de Cristiano, los lusos han encontrado un icono en un chaval caboverdiano con pinta de rapero. Renato Sanches, que marcó el gol del empate y en los penaltis, es un soplo de aire fresco para Portugal y un incordio para los rivales. Quita, juega, dribla y encima pisa el área. Maneja las dos piernas, es descarado, realiza cambios permanentes de posición y sus vigilantes no saben por dónde les va a salir.

Polonia, que había superado por penaltis a Suiza pero esta vez no encontró la inspiración de Fabianski, hizo una apuesta inteligente porque contravino una norma no escrita. En este tipo de citas a todo o nada, suele ocurrir que hay unos minutos de tanteo, de respeto mutuo, hasta que se desatan las hostilidades. Sin embargo, los soldados de Adam Nawalka decidieron marcar territorio en Marsella casi desde el vestuario.

Habían estudiado las debilidades del enemigo por el lateral derecho y conocían su mayor poderío físico por su banda izquierda. El ofensivo Vierinha no le había convencido a Fernando Santos, que se decantó por Cedric, un defensa nacido en Alemania que creció en el Sporting antes de fichar por el Southampton. El lateral recibió pocas ayudas de Joao Mario y del pivote William Carvalho y por allí encontraron los polacos un terreno por explorar.

El criticado Robert Lewandowski respondió al encendido respaldo de su técnico al mojar antes de los dos minutos. El ariete del Bayern aprovechó un pase de Grosicki y la ajustó de primera con el interior. De un delantero que triunfa en el Bayern y logra el récord de 13 goles en la clasificación a la Eurocopa, cabe esperar que aparezca en un momento cumbre. Anotó el segundo gol más rápido en la historia del torneo y también marcó en la lotería. No ha brillado, pero puede irse orgulloso, como toda su selección.

A Portugal le costaba reaccionar porque se desplegaba con suma lentitud. No quería descoserse por miedo a los contragolpes y sus centrocampistas no encontraban fácil a Nani y a Cristiano, que aun así lo intentó ya en un par de remates desviados por sendos zagueros y en un golpe franco desde 35 metros que estrelló contra la barrera.

Otra vez clave

A priori, debía lamentar el grupo de Fernando Santos las ausencias de Raphael Guerreiro en el lateral zurdo y de André Gomes en el centro del campo. La baja del valencianista, por el contrario, abrió de par en par las puertas de la titularidad a Renato Sanches, ya determinante cuando entró al campo en la segunda parte ante los croatas. No hubo grandes noticias ofensivas de las 'Quinas' hasta que Nani centró desde la izquierda y Cristiano fue derribado claramente por Pazdan. El central del Legia se pasó en el empujón, pero el alemán Brych se hizo el sueco dentro del área. Tampoco mostró tarjeta luego a Krychowiak por una plancha al astro madridista, flojo pero mucho más activo que ante los croatas. Llegó el empate tras una bonita dejada de Nani que resolvió Renato Sanches de forma soberbia. Gran movimiento, toque con la derecha y disparo con la izquierda. Tuvo suerte porque el balón rozó en Krychowiak, pero fue un golazo.

Más toque y posesión de Portugal en la segunda mitad, pero alguna contra inquietante de los polacos. Cristiano se acercó de nuevo al gol, pero se escoró en exceso y lanzó fuera. Y Milik, siempre Arkadiusz, volvió a avisar. Con el ingreso al campo de Moutinho y de Quaresma, buscó algo más de desequibrio Santos. Su equipo tuvo dos opciones antes de la prórroga. Una arrancada de raza de Pepe casi terminó en autogol del lateral más impronunciable del torneo y Cristiano no acertó a empalmar con la zurda, solo ante Fabianski. Con todos muertos, cero riesgos y aburrimiento hasta los penaltis. El único susto lo dio el espontáneo que saltó con el deseo de abrazar, se supone, a Cristiano. Un mamarracho más en esta Eurocopa.

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