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Calderón saluda al mito Kobe, retirado esta temporada, la noche que el extremeño ganó el partido con un triple final. :: knicks.com
La 'Gran Manzana' de las decepciones

La 'Gran Manzana' de las decepciones

La franquicia neoyorkina podría traspasarle este verano y mantiene serias dudas sobre el plantel, el técnico, y hasta el propio manager Phil Jackson

Marco A. Rodríguez

Domingo, 17 de abril 2016, 08:35

Día 3 de marzo de 2016. Staples Center de Los Ángeles, templo de Lakers. José Manuel Calderón se levanta de tres a falta de 0,2 segundos del final y anota el triple que otorga la victoria a los Knicks 90-87. Apenas lo celebra, cero aspavientos o abrazos, con la cabeza agachada, contrariado y sin una sonrisa en la cara. Una actitud que llama la atención y que se argumenta con que el extremeño no está contento con su segunda temporada en la franquicia neoyorkina ni con las incesantes críticas emanadas desde la prensa más dura de la mejor liga de baloncesto del mundo. Ni siquiera un triple como ese puede combatir la frustración de una 'regular season' decepcionante que tuvo como uno de los señalados al base de Villanueva cuando el punto de mira debería ser múltiple. Tras encestar la canasta, saludó al mito Kobe Bryant, retirado a lo grande esta semana, tal vez vengándose de los 81 puntos con los que el astro de púrpura y oro sometió a los Raptors en 2006.

  • Puntos

  • Rebotes

  • Asistencias

  • Minutos

  • Tiros de campo

  • Triples

  • Tiros libres

  • Robos

  • Pérdidas

  • Partidos jugados

  • José Calderón

  • KNICKS

  • 2014/15 2015/16

  • 9,1 7,6

  • 3 3,2

  • 4,7 4,1

  • 30,2 28,1

  • 41,5% 45,9%

  • 41,5% 41,4%

  • 90,6% 87,5%

  • 0,7 0,9

  • 1,7 1,2

  • 42 72

Era evidente que los Knicks mejorarían los registros de la pasada campaña, con esas escuálidas 17 victorias. En la 2015/16 casi doblan el número de victorias con un balance de 32 triunfos y 50 derrotas, sólo por delante de Nets y Sixers. Pero después de un comienzo prometedor, con presencia o lucha por plaza de playoffs, se fueron diluyendo y apareciendo fantasmas. Las garras de la afición y los medios locales se afilaban con la rapidez del goteo de partidos perdidos hasta que la frustración recordó a lo sucedido hace un año. Los fichajes del verano, especialmente Afflalo y Robin López, no funcionaron como se esperaba. Carmelo Anthony, la estrella, ganaba enteros hacia una carrera de mucha anotación sin premio colectivo alguno y al final el entrenador Derek Fisher fue despedido y sustituido por un Kurt Rambis que ya tiene sobre su cabeza la espada de Damocles.

Tal vez la única alegría fue la eclosión de su 'rookie' letón Porzingis, ex del Sevilla Baloncesto y número cuatro del último 'Draft'. La noche que se apostó por él en la lotería que distribuye a los novatos había niños llorando. Meses después las lágrimas fueron de emoción al comprobar in situ las barbaridades que este descomunal '4' puede hacer sobre la pista. Ningún 'rookie' en la historia de la NBA ha sumado más de 1.000 puntos, 500 rebotes, 75 triples y 100 tapones.

En lo individual, José Calderón puede estar satisfecho en una parcela física que sí le ha respetado. Ha disputado 72 partidos esta temporada por los 42 de la anterior, lastrada por la lesión del tendón de Aquiles mientras en la 2015/16 apenas fueron molestias musculares y un golpe en la rodilla en el ocaso de la misma. Sus detractores le fusilan por sus carencias defensivas en una liga superpoblada de bases 'jugones' difíciles de parar, aunque esas mismas voces deberían examinar la aptitud defensiva en conjunto pues no es el extremeño el único punto negro.

Sus porcentajes siguen siendo marca registrada y ha combinado encuentros como puro especialista desde el exterior con otros donde manejaba la batuta del equipo como director de orquesta. Curiosamente en alguno de esos partidos los Knicks jugaron decentemente.

Moneda de cambio o pago

Acabada la temporada, el manager Phil Jackson y los directivos se ponen manos a la obra para confeccionar la próxima. Se especula con el regreso al banquillo de Jackson mientras Calderón lleva todo el año escuchando rumores sobre su posible salida, vía traspaso para conseguir algo a cambio o en forma de pago de su salario para que salga del plantel y su sueldo no compute de cara al límite salarial evitando así la multa.

Él se siente cómodo en Nueva York, una ciudad que le encanta. Además, ahora no es él el único que debe moverse porque lleva a sus tres pequeños detrás y eso siempre conlleva problemas pese a que deportivamente podría haber destinos sugerentes donde competir. Otra lotería que no depende del base español, que ya está de vacaciones con los suyos. A principios de julio pondrá en marcha junto a su padre y hermano el campus, de nuevo en Badajoz, y en agosto -si la FIBA lo permite- se espera que caliente para Río de Janeiro en los que serían sus cuartos Juegos, los últimos de la mejor generación de baloncestistas de nuestra historia.

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