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Marco A. Rodríguez
Sábado, 23 de abril 2016, 08:23
Le hacía falta un día redondo a este Mideba Extremadura. No acababa de llegar en una temporada repleta de sinsabores pero se ha asomado en uno de los momentos más cruciales. Acudía a la jornada inaugural de la Willi Brinkmann Cup que organiza en Badajoz con más dudas que certezas y salió de la cancha con la cabeza alta y el merecido pasaporte hacia las semifinales. Superó por la mañana un verdadero trámite ante los turcos del Yalova (69-23) y por la tarde, con nota, su compromiso más fiero ante uno de los favoritos al título, el Amicacci italiano, al que doblegó en una segunda parte para enmarcar.
Como los días redondos suelen comenzar bien, aunque sea de rebote, la buena noticia a primera hora de la mañana eran los problemas burocráticos con varios de los jugadores importantes del cuadro otomano, que compareció muy mermado al primer choque. Tanto que en los dos primeros cuartos no pasó de 9 puntos ante un Mideba que supo solventar la falta de tensión competitiva para sumar una victoria tan contundente como necesaria por 69-23 con buenas estadísticas de Cano, Adrián y Esteche. El técnico Borba pudo rotar con la salida de Paco Romero, Lauri y Vargas, algo que se agradece en un torneo pensado más para héroes que para deportistas con discapacidad.
Más que un quinteto
Historia muy diferente se presumía el segundo encuentro ante el Deco Amicacci Giulianova, al que catalogaban en la víspera como favorito a levantar la denominada Eurocopa. Los transalpinos fueron sorprendidos por un Mideba enchufadísimo, dispuesto a plantar cara con sus aficionados para restañar las heridas de esta gris campaña. Esteche, Conde, Cano, Adrián, Hugo... y para usted de contar. Cinco jugadores para repartirse 200 minutos. Lo jugaron todo y lo hicieron de cine, especialmente tras el descanso.
Porque hasta entonces el duelo fue bastante igualado, sin márgenes destacables en el electrónico. De hecho, fueron los ayer locales quienes comenzaron con mejor pie y un 7-3 que incluso asustaba. Pero Cano y compañía se pusieron manos a la obra para dar la vuelta a la tortilla y los visitantes -aunque fueran los anfitriones- se pusieron 7-10 arriba. Sería José Cano quien sostenía a los suyos en la parcela ofensiva, con Esteche llevando la manija y Hugo (6 asistencias) siempre buscándole en la zona. Los italianos mostraban sus fortalezas, con Munn y Marchionni intentando anotar ante un cuadro extremeño que ganaba en intensidad y concentración a medida que transcurría el tiempo. El primer acto acabaría 12-14. En el segundo, misma tónica de igualdad, anotación corta y mismos protagonistas en un Mideba para el que rotar hubiera sido un lujo. Cano seguía siendo el bastión en la ofensiva y poco a poco fueron añadiéndose pinceladas de otros compañeros como algún triple de Esteche o los balones interiores hacia un enorme Adrián. Los colegiados dejaban jugar y las defensas no se emplearon con dureza, lo que permitió ahuyentar un posible peligro en forma de acumulación de faltas. Al descanso, 25-27 favorable a los italianos.
El vendaval del anfitrión
Los primeros segundos del tercero fueron sintomáticos. Cano asiste a Hugo bajo el aro, una asistencia más de un Mideba que supo hacer dos cosas que parecen básicas en baloncesto pero suelen costar: mover bien la pelota y cerrar la pintura para asegurar los rebotes. Después otra jugada entre Hugo y Esteche para ampliar la primera ventaja amenazante a 25-33 a 8.00 del final para los midebistas, que minuto a minuto se iban desatando.
Los cinco magníficos, que parecían siete, estaban muy enchufados. El lenguaje corporal lo decía todo. Ayudas en defensa, gritos de ánimo, corrillos, avisos. Ni un respiro para la relajación. A esa concentración se sumó el acierto exterior y entonces llegó el vendaval. No es fácil ganar de diez o doce a una plantilla que te dobla en efectivos como la que tenía delante. El Mideba se lo creía y el cuarto finiquitó con un esperanzador 35-46.
Había que cerrar bien el partido y supieron hacerlo. Albert (18 puntos) seguía entonado desde lejos. Adrián era un coloso en la pintura (20) y Cano estaba ahí por si acaso (17). La sensación en la pista era que las semis no se escapaban. Y no lo hicieron, hasta con el espectáculo de un pase a lo 'Magic' de Conde. Al final, 50-63 y a intentar ganar por la mañana (9.30 horas) a Toulouse para obtener' la primera plaza del grupo. Por la tarde, las semifinales para un Mideba resucitado que va a por la Eurocopa.
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