El Al-Qázeres paga su endeblez defensiva con una clara derrota en Donostia

Nueva derrota del Alter Enersun Al-Qázeres, la segunda consecutiva, en un partido en el que no tuvo opción de victoria y donde solo se mantuvo en el partido los cuatro primeros minutos de juego. Se mostró muy inferior a un IDK Euskotren que dominó todas las facetas del juego, ganó 81-69 y sacó a relucir los puntos débiles de un conjunto inmerso en un carrusel de cambios que afectan claramente a su rendimiento irregular en la pista.

El equipo entrenado por Jacinto Carbajal mostró desde el inicio sus carencias, que le costarían la derrota final y la imposibilidad de competir en el encuentro, a pesar del debut de Zaplatova y Odwyer. La fragilidad defensiva colectiva e individualmente, tanto en la zona como en el exterior, facilitó penetraciones del rival, generó una excesiva dependencia de la anotación en el triple y exhibió el mal balance defensivo en transición.

Fueron demasiadas concesiones para poder aspirar a ganar un partido en el que solo se mantuvo por su acierto inicial desde el perímetro. Solo anotó desde el 6,75 en los seis primeros minutos. Hasta el 7-9 parecía que el partido todavía no tenía un equipo dominador, pero desde ese momento el poderío interior del conjunto preparado por Aranzazu Muguruza y su facilidad para anotar en la mayoría de sus ataques, provocó que, ya en el primer cuarto, se alcanzasen once puntos de ventaja (22-11) a 1:40 para el final del cuarto. Ayestarán, Saar y Delaere dominaban a placer el juego, mientras el Al-Qázeres se desangraba con un 3/10 en tiros de dos y vivía del acierto de Jones, Lahuerta o el trabajo de Hart.

Todo fue a peor en el segundo cuarto, aunque en el inicio parecía que la mayor intensidad defensiva y el control del rebote en ambos aros podría cambiar el signo del choque. Solo consiguió acercarse hasta los cinco puntos (26-21) y en ese punto volvió a recibir un parcial de 9-2, con la salida a pista de Coulibaly, que se erigió en un problema por su aplastante dominio en ambas zonas. Anotó doce puntos en el segundo período y el conjunto cacereño no halló respuestas, a pesar de los tiempos muertos solicitados por Jacinto Carbajal, que no encontraba regularidad ni referencias fiables. Así, al descanso se fue con la máxima desventaja (47-32).

Esa diferencia se plasmó de forma definitiva en el tercer cuarto, en el que el Al-Qázeres se hundió todavía más y vio cómo cada minuto aumentaba su desventaja hasta llegar a los 23 puntos (70-47), mientras acudía como testigo a la exhibición ofensiva de Cousseins. Solo Llorente funcionaba como referencia ofensiva, junto con el acierto exterior de la debutante Zaplatova en un conjunto cacereño que afrontó el último cuarto con el partido sentenciado en su contra (72-50).

Ese cuarto período sirvió para que la imagen del Al-Qázeres mejorase, sobre todo en el aspecto defensivo, Llorente volvió a liderar en ataque y maquilló el resultado, después de llegar a una desventaja de 25 puntos (75-50) en el arranque. Reaccionó y, al menos, ganó el cuarto con claridad hasta dejar la distancia en doce.