El Al-Qázeres vuelve a soñar con estar en la zona noble

Después de dos victorias seguidas, el Alter Enersun Al-Qázeres está a punto de reengancharse a sus opciones de meterse en el playoff de ascenso. Tras cosechar seis derrotas en siete partidos, había quedado muy relegado de los nueve primeros puestos. De regreso a la senda del triunfo, vuelve a depender de sí mismo. Si quiere seguir haciéndolo, tiene que ganar en la cancha del Barakaldo (17.00 horas). Es el penúltimo clasificado de la Liga Femenina Challenge tras encajar nueve derrotas seguidas.

A pesar del 5-17 de su rival, Jesús Sánchez advertía en la previa que no será un partido sencillo: «El Barakaldo ha entrado en una mala racha en el peor momento. Los equipos de abajo han empezado a sumar mucho, en sitios donde a lo mejor no se esperaba, y lo está pagando».

Sobre las características del equipo vasco, el entrenador cacereño se mostraba cauto y destaca su potencial: «Es un conjunto que tiene muchas variables, con un juego interior potente, sobre todo en el 5, con mucha rotación exterior. Además, en los partidos plantean muchas cosas y muchos cambios de defensas».

Sánchez sabe que para el Barakaldo este duelo es clave en su salvación y lo planterará como una final. Más o menos como para los objetivos cacereños: «Tienen varios partidos en casa que les pueden marcar la permanencia y yo creo que esta visita nuestra es uno de ellos. Y para nosotros, creo que ya ganando este partido cerraremos la continuidad en la liga y podremos ponernos a pensar en ir más arriba».

Por ello, Sánchez espera un choque complicado y lleno de tensión: «Muy duro y con muchas imprecisiones por momentos. Cuando hay tensión, suele ocurrir. Lo definirá quien sepa llevarlo mejor. Ahora que llevamos dos victorias seguidas, sería interesante que supiéramos manejar la tensión. Y que cuando nos lo hagan pasar mal, que seguro que lo hacen, seamos capaces de tener la cabeza fría. Conseguir una tercera victoria seguida sería fantástico en este momento de la temporada».

El técnico también subrayaba el impacto de la llegada de Deva Bermejo, una jugadora que ha aportado un plus de calidad y ha llegado para tirar del carro ante las ausencias de Alicia Morales y Lucía Fontela, que sigue con molestias. «Ha entrenado fuera del grupo toda la semana y probaremos allí el sábado por la mañana». Su presencia, aunque reducida en la cancha, será clave en la dinámica del grupo: «Va a echar una mano como capitana dentro del grupo. Quizás nos pueda ayudar en algunos minutos en la pista, pero seguro que no va a ser su mejor versión física».