El baloncesto nacional revive en Badajoz

Cuatro años después, el deporte de la canasta pacense tiene motivos para ilusionarse. De aspirar a cotas más altas y poder salir del olvido que ya casi se intuye perenne. El Club Baloncesto Badajoz tendrá un equipo senior femenino en Primera División Nacional, la tercera categoría del baloncesto de féminas en nuestro país y el único de este ámbito en la provincia de Badajoz. Nace un proyecto bajo el amplio amparo de las instituciones –Junta, Ayuntamiento y Diputación- y de la mano de un patrocinador privado, rara avis en los últimos tiempos donde las empresas evitan estas inversiones para cuadrar balances. Civitas Pacensis, como ya hiciera con otros clubes como el Santa Teresa, aportará su granito de arena en esta esperanzadora iniciativa que toma el relevo a otros intentos del pasado como el extinto BBF o el Batalways.

Precisamente en la sede de esta firma del Edificio Siglo XXI se desarrolló el acto para darle luz verde a un proyecto encabezado por su presidente, José María Méndez, quien apuntó el desafío y el orgullo que supone llevarlo a cabo, además de cifrar en alrededor de 500 los chicos y chicas que la entidad tiene a cargo como sólida cantera, entre ellos un grupo de discapacitados intelectuales gracias al convenio con la Fundación Antares. El máximo dirigente resaltó que el equipo presentado este viernes es el único provincial en competición nacional, «formado además íntegramente por jugadoras extremeñas que podrán suponer un espejo» en el que mirarse las generaciones venideras. Le acompañaron desde el BB la entrenadora Dolores Suárez y el director deportivo Fernando Méndez, conocido en la ciudad como inquilino del banquillo de equipos que anidaron en la máxima categoría española.

Al acto acudió el presidente de la Federación Extremeña de Baloncesto, Martín Fariñas, que acaba de renovar en el cargo y se congratuló de que «la ciudad más grande tenga un equipo femenino en competición nacional y que haya una empresa privada que lo apoye y no mira para otro lado». Fariñas recordó que el año pasado hubo posibilidad de que la ciudad contara con una plaza en LEB Plata y la federación concentró al gremio en un intento que finalmente no prosperó, por lo que no se mostró muy optimista respecto a que Badajoz se retrotraiga a los tiempos en que pisaba la elite de la Liga Femenina. Juancho Pérez, concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Badajoz, manifestó que el consistorio está «encantado con esta iniciativa» y expresó su convencimiento de que «sea de futuro y de éxito» deseándole mucha suerte.

Por parte del patrocinador Civitas Pacensis, su coordinadora general María Masa subrayó que desde el primer instante comprendieron que los valores de «sacrificio y del trabajo en equipo» que encarna el proyecto deportivo del Baloncesto Badajoz se identificaba perfectamente con la razón existencial de la joven empresa, que es la de «cambiar la calidad de vida de los ciudadanos a través del urbanismo y convertir a Badajoz en referente de sostenibilidad y vida saludable».

En representación del Gobierno extremeño, su director general de Deportes, Dan de Sande, aludió al reto que este proyecto significa dadas las actuales circunstancias de la pandemia y su repercusión en el mundo del deporte. «Necesitamos equipos en categorías nacionales y vosotros estáis haciendo historia», les dijo. De Sande quiso tranquilizar al sector respecto a la crisis del covid cuando puntualizó que «no se están produciendo contagios en los eventos deportivos, se están dando en otros» y reiteró el propósito de la Junta de Extremadura de que la próxima temporada haya público en estadios y pabellones. Recordó el acuerdo del Consejo Superior de Deportes de dejar en manos de las federaciones los protocolos –que deben ser aprobados por Sanidad- e incluso fue más allá señalando que «la norma es respetar el 50% del aforo en todas las modalidades deportivas y las demás restricciones como la mascarilla o la distancia de seguridad, por lo que dependerá de cada instalación. Cada una deberá tener un plan de contingencia». Así lo recoge el propio protocolo de la Junta, que está en fase de aprobación por parte de las autoridades sanitarias, aunque, como apreció Dan de Sande, se dependerá también de la responsabilidad individual para que se cumpla.