¿Qué ha pasado hoy, 14 de marzo, en Extremadura?
La piscina del V Centenario, perfecta para disfrutar, con Piti Hurtado a la izquierda.

Una 'burbuja' en el paraíso

El Campus Xaranda, con 'Piti' Hurtado a la cabeza, combate el coronavirus a base de precauciones y mucho baloncesto

Domingo, 9 de agosto 2020, 13:31

Que un adolescente 'sobreviva' a una semana sin mirar su móvil es toda una conquista, similar en lo costoso a aquellas que se cosechan en la cancha. En el Campus Xaranda lo consiguen a base de buen baloncesto, un entorno natural digno de envidia y una convivencia capaz de hacer olvidar a unos artilugios técnicos casi convertidos en otra extremidad del cuerpo humano. Por eso el único dispositivo detectable allí es el de Miguel Maseda, histórico del deporte de la canasta en España -el entrenador más joven en dirigir un equipo ACB, el mítico Clesa Ferrol- y que lo usa para guionizar un 'Pasapalabra' con los campuseros. Pero el triunfo más reseñable del campus de Piti Hurtado -aunque por humildad a él no le gusta que lo llamen así- es demostrar que se puede vencer al coronavirus y sin necesidad de encerrarse, creando una 'burbuja' repleta de precauciones en el paraíso de Jarandilla de la Vera.

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Unas medidas de seguridad que comenzaron incluso antes de su puesta en marcha. Todos los participantes entregaron una declaración jurada de que están libres de covid-19 en los catorce días previos a la cita. Una vez en la Residencia Universitaria V Centenario los controles de temperatura son continuos, al menos dos por día. Destacan la limpieza e higiene alrededor de las actividades y que en esta edición, al ser menos chicos y chicas, las habitaciones son de un máximo de dos huéspedes. El riesgo cero no existe y conviene ser precavido hasta bajar el telón ayer sábado, no vaya a suceder lo de Tebas con la Liga. Las mascarillas solo se las quitan para hacer deporte. Además, al disponer de pabellón municipal junto a la residencia y una piscina, las salidas son contadas -al Castillo de Jarandilla o alguna garganta-, lo que otorga una mayor consideración de 'burbuja', aunque no sea en Disney ni haya estrellas de la NBA. En presencia no, pero sí por televisión en el salón de actos, pues se ha retomado la competición y los horarios de esta nueva normalidad son más asequibles.

«Es una edición en la que les hemos tenido que educar en cosas diferentes por las medidas que debemos adoptar, pero todo está yendo muy bien. Aunque son grupos estancos, conviven y comen juntos y hay que ser responsables. Les tomamos la temperatura nada más llegar, algunos estaban altos, pero no nos asustamos porque es una reacción del cuerpo por venir del aire acondicionado y no haber roto a sudar», comenta 'Piti' Hurtado, extécnico del Cáceres y comentarista de NBA en Movistar y ahora de Euroliga en DAZN, uno de los ideólogos del campus junto a su amigo y entrenador Juan Pablo Márquez. «Puede ser un entrenamiento para lo que viene, que es ir a clase de una manera diferente, con reglas, distancia, higiene, desinfección, etc. La decisión de arrancar no la tomo yo solo. Vimos que estaban comenzando campamentos urbanos y nos dio mucha confianza el lugar y entorno donde nos encontramos. Sabíamos que los turnos se iban a reducir -73 la primera semana y 45 la segunda- pero queríamos mandar un mensaje a nuestra gente de que no nos íbamos a rendir ni renunciar y de que vamos a intentar seguir viviendo, aunque sea de otra forma, porque la única alternativa sería encerrarse. Es una forma de combatir al virus, como el 'Resistiré' del confinamiento».

Los integrantes del campus, de visita en el Castillo de Jarandilla; abajo, uno de los equipos, con el entrenador A.Vaquero. Abajo ala derecha, controles de temperatura.

El campus tiene el propósito añadido de que sus visitantes conozcan la zona, un paraje privilegiado en la comarca de La Vera del que todos se enamoran. Piscinas artificiales y además naturales, que adornan un mecanismo por el que el baloncesto se introduce en el mundo rural. Son casi diez años de historia, con más de 1.500 niños que lo han disfrutado, Xarahíz y ahora Xaranda.

A Piti Hurtado esta experiencia le proporciona la herramienta para matar el gusanillo de regresar al banquillo. Confiesa que el hecho de ser hoy más conocido en este gremio no le otorga la oportunidad que siempre deseó, pues aunque le abre puertas no cuenta con la confianza de encabezar un gran proyecto. «He coincidido con entrenadores ACB y los aficionados el autógrafo me lo pedían a mí porque la NBA y la Euroliga son más conocidas. Me gustaría entrenar si hubiera un buen proyecto, pero tengo un perfil muy particular. Prefiero la cantera, que me atrae más, a coger un equipo de EBA o de LEB, que ya lo he hecho. Y más con estos chicos, que casi todos vienen de sus equipos y ya tienen su disciplina».

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Como Sofía Pérez, que tiene 13 años, pertenece al Baxi Ferrol y se estrena como 'rookie' en el campus. Andrea Asprella &ndashde 14&ndash padre argentino, madre española y abuela italiana, del San Antonio Cáceres, suma cuatro años. Ambas entienden tanta cautela. «Es diferente, la verdad es que las mascarillas cansan, sobre todo porque a veces vamos a toda prisa y se nos olvidan, pero es mejor que las usemos por seguridad», argumenta Sofía. «Lo limpian todo, cada vez usamos balones, material o cualquier cosa, hay gel por todos lados. Es normal», añade Andrea.

«Tenemos que educarles en cosas diferentes. Puede ser un entrenamiento para lo que viene, que es ir a clase de otra manera»

'Piti' Hurtado, Director del campus

«Es mejor que usemos las mascarillas por seguridad. Lo limpian todo, cada vez que utilizamos algo, los balones, etc., es normal»

Sofía y Andrea, Campistas

Ninguna, según aseguran, añora el teléfono: «Como estás con los amigos y muy entretenida, no te enteras», dice la gallega Sofía. «Yo lo echo de menos solo a la hora de acostarme, es el momento de ver las redes sociales, Instagram y eso, pero no pasa nada porque te lo pasas bien», apostilla Andrea, que conoce mejor al preparador cacereño al ser veterana. «Estamos muy bien con él. Tienes que ser capaz de diferenciarle dentro de la pista y fuera. Dentro te puede gritar un poco y te exige, como es normal, pero fuera es muy agradable». «Nos gusta decir que aquí nos miramos a los ojos de la gente, no a las pantallas, aunque algún junior nos la ha colado y los esconden. Pero no es cosa solo de los chavales, afecta a todos», sostiene Piti, orgulloso de contar con miembros de selecciones extremeñas y de que Xarahíz participara con equipo propio en Judex. Cuando no había virus.

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